ANDRÉS RODELO
LA PATRIA | MANIZALES
Era el trabajo soñado, pero un día se esfumó para Juan*. El encargado de recursos humanos de la compañía se le acercó una tarde y le entregó una carta de despido. "Impotencia, desazón y tristeza fue lo que sentí en ese momento". Problemas personales interfirieron con el trabajo, lo que llevó a que lo desvincularan de la empresa. "Mi rendimiento laboral no fue el ideal, me llené de desconsuelo", recuerda.
No solo era el trabajo perfecto, sino también la ciudad perfecta, según él. "Vivía en Manizales y tuve que desprenderme de ella para irme a Bogotá, en donde hay oportunidades, pero la calidad de vida no tan es buena. En la capital de Caldas no había otra empresa en donde pudiera dedicarme a lo que me gusta, así que tuve que cambiar mi plan de vida e iniciar un posgrado en Bogotá".
Luego de ser despedido surgen preguntas como qué hacer ahora, qué pasó, por qué. Dos especialistas consultados por LA PATRIA hablaron de cómo recuperarse de esta situación.
El momento
Sebastián Aristizábal, psicólogo:
1. La frustración, la rabia y la tristeza hacen parte del duelo. La pérdida trae consigo estas emociones. No deben ignorarse, al contrario: reconocerlas, vivirlas, darse cuenta de por qué las está sintiendo. Solo de esta manera se supera una emoción perturbadora, es un proceso normal.
2. Rodarse de familiares, amigos y personas cercanas.
3. Es un error decirle al afectado que es una tontería lo que siente y que no se preocupe, pues pronto conseguirá otro trabajo. El mensaje de estas palabras es que lo que está viviendo no tiene peso y provocará que la persona se sienta más vulnerable e inferior, le están asegurando que es una pérdida de tiempo sentirse así. Mejor comprender y escuchar al despedido, decirle que el dolor es necesario para superar esta dificultad.
4. Establecer las causas del despido. Hay razones personales, profesionales y otras que se salen de las manos del afectado. Por ejemplo, lo pudieron echar por malas relaciones con su jefe o con los compañeros. Tener en cuenta que la desvinculación pudo ser improcedente. De ser así, la persona tendría claridad y tranquilidad, no tomará la situación de manera personal. Así evita caer en la depresión, la ansiedad y otros problemas.
Salir del abismo
María Leonor Velásquez, coach ontológica en procesos de estrategia de aprendizaje personal y organizacional:
1. Sentir miedo es algo normal. El despedido se pregunta de qué vivirá, si será capaz de conseguir otro trabajo. Sin embargo, el temor tiene un efecto de autoprotección que debe aprovecharse para convertir la situación en una oportunidad. Identificar las lecciones aprendidas. Definir qué se aprendió del anterior trabajo, qué competencias se desarrollaron, que aportes se tuvo para capitalizarlas y alcanzar nuevas oportunidades laborales.
2. Un despido es una oportunidad para reinventarse. Evaluar qué le gusta a la persona. Por ejemplo, si conseguir otro trabajo o montar empresa. Después de tenerlo claro hay que establecer una red de apoyo de personas e instituciones que sirvan de ayuda, qué conexiones son útiles para los objetivos trazados. Arme un plan claro y no envíe hojas de vida de manera indiscriminada, no funciona en la mayoría de los casos.
3. Es posible que le pregunten en un proceso de selección si fue despedido. Responder con honestidad, de forma serena, reconocer los errores, si se cometieron, y plantar qué hubiera hecho diferente. La sinceridad es algo valioso y que se valora de manera positiva en una entrevista de trabajo. No encubrir el hecho con una mentira, pues ese tipo de asuntos tarde que temprano salen a la luz, lo que sería peor.
4. Puede ocurrir que pase mucho tiempo y el despedido no logre regresar al mercado laboral. Debe revisar qué está haciendo. A veces se insiste en hacer esto o aquello, pero al no lograr los objetivos cabe preguntarse: ¿será que podría hacer algo distinto?, ¿qué otras oportunidades no estoy viendo por estar cerrado? Mirarse al espejo o apoyarse en otros que lo miren para determinar nuevas oportunidades.
* El nombre se cambió para proteger la identidad de la fuente.
Despido sin justa causa
Si considera que su despido fue sin justa causa puede denunciarlo en la Oficina del Trabajo, calle 20 # 22-27, piso 3 del Edificio Cumanday, en el centro de Manizales. "La persona también puede marcar la línea 120 para despejar dudas. Al recibir la denuncia revisamos los hechos, llamamos al empleador y tratamos de hacer una conciliación entre las partes", explicó Karina Rodríguez, inspectora del Trabajo.
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