LA PATRIA
Paulina agrandó sus problemas familiares y escolares y ambos se le salieron de las manos. Sentía ansiedad, depresión y una inmensa tristeza que no lograba desahogar. No rendía en el colegio ni tampoco contaba con sus padres. Su comunicación con su entorno era difusa y su sexto sentido le decía día a día: "mátate". Y lo intentó, no lo niega.
Pretendió ahorcarse, pero la soga se zafó y su plan entonces se esfumó. Su desespero; sin embargo, continuó, así que lo hizo de nuevo. Esta vez usó unas cuchillas con las que se rayó las venas de su muñeca izquierda. No pasó a mayores. Simplemente se vendó y escondió las marcas. Siguió haciéndose las abrasiones por meses sin que nadie se percatara. De pronto, un día de noviembre de 2011, todo salió a flote.
"No sé quién me pilló, creo que daba mucha lora en el salón. Me gustaba llamar la atención. Recibí asistencia psicológica, una valoración y me internaron 10 días en la Clínica San Juan de Dios. Cortarme para mí era una rutina, una manera de retarme, una forma de calmarme", dice la joven de 17 años, quien aún recibe ayuda psiquiátrica.
"Durante dos años me autoagredí de muchas maneras: intenté suicidarme, me corté la muñeca por meses, consumí drogas, tuve relaciones sexuales con muchas personas y jamás exterioricé mis sentimientos. Ese fue mi mayor error", admite la estudiante, quien hoy asegura sentirse recuperada gracias al apoyo de su familia. "Las relaciones con mis papás cambiaron. Ahora hablo con ellos de lo que siento, antes éramos muy distantes", agrega.
Intentos en Manizales
Paulina fue una de las 295 personas que intentó suicidarse en Manizales en el 2011. De esta cifra, 73 corresponden a adolescentes entre 16 y 20 años. En el 2012, 399 atentaron contra su vida (118 adolescentes), 20 más lo materializaron, según información suministrada por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud Pública.
"Aumentan los intentos de suicidio en adolescente, pero bajan los suicidios ¿por qué? por la ruta de atención que hoy tenemos, es decir, contamos con un psicólogo y médico que realizan tamizajes en las instituciones educativas. Valoran, ubican los niños y jóvenes con riesgo y estos se remiten a sus EPS. Cada colegio debe abordar a la familia y contar la situación", explica Lucía Franco Giraldo, del comité de salud mental del municipio.
Franco invita a los padres de familia a que dialoguen y vigilen a sus hijos: "Así pueden detectar a tiempo alarmas. Muchas veces ellos se despiden o dicen que se van a matar y nadie les presta atención", continuó.
El psicólogo Julián Mauricio Castañeda explica que las señales más comunes entre los suicidas son pedir disculpas sin motivo aparente, regalar sus pertenencias más queridas, aislarse y ocasionalmente insinuar algo a sus amigos. Entre las causas, el profesional destaca los problemas familiares, una depresión mal llevada y la baja autoestima.
"Todo se reduce a tres palabras: falta de amor. La comunicación asertiva y afectuosa pueden evitar cualquier cosa", indicó.
Falta de comunicación
La historia de Daniel es más reciente. Salió el 18 de septiembre de la clínica a donde lo internaron inconsciente luego de ingerir media botella de cloro. Cuenta que se dejó afectar por el rechazo que recibía de sus amigos del colegio, la enfermedad de su abuela y los líos constantes que había entre sus papás.
"Un día solo pensé en matarme. Bajé a la cocina, saqué la botella de cloro y me la tomé. Quise vomitar, pero no fui capaz, quedé tendido en el baño", relata. Sus familiares lo auxiliaron y desde ese día lo acompañan en su recuperación.
"¿Será que a veces es necesario que sucedan estas cosas para todos despertar? Siento que todo está mejor, que mis papás cambiaron y que se preocupan por lo que pienso. Estoy trabajando mucho para que jamás vuelva a pasar esto", advierte.
La profesora Lida Castro, del Bartolomé Mitre (Chinchiná), argumenta que estos casos se pueden reducir si se trabaja con los jóvenes el fortalecimiento de la autoestima y la resiliencia. "Hay que invitarlos a que tracen su proyecto de vida, pues si uno no tiene objetivos, más fácil se desanima. Es claro que alguien que se quiera nunca se haría daño. Los adolescentes son muy existenciales, así que se les debe prestar atención a todas sus alarmas", dijo.
Paulina y Daniel cuentan sus experiencias con el único objetivo de que entre sus pares no se repitan las historias. Aseguran que actuaron con premeditación, pero no pensaron en el daño que podrían causarle a sus seres más queridos. “He perdido mucho tiempo embarrándola, pero tengo vida para remediarlo”, concluyó Paulina.
Suicidio…
Estudiantes de las instituciones educativas Bartolomé Mitre y Santo Domingo Savio de Chinchiná nos dieron su opinión:
- Alejandra M. Jiménez
¿Qué es tan grave que no tenga solución?
- Juanita Peñaranda
Es el camino más fácil, porque vivir es muy duro.
- Antonio Vásquez
Hay que enfrentar los problemas que trae la vida.
- Juan David Marín
Es una situación que se puede evitar.
- Alejandro Salazar
Es la ausencia de la valentía.
- Julián Chacón
Significa darle más importancia a los problemas, que a uno como persona.
- Santiago Quintana
Es no valorar lo que tenemos.
- Stefany Porras
Todavía falta mucho por vivir como para pensar en eso.
En cifras
14 suicidios se han presentado en Manizales durante el 2013.
2 corresponden a menores de 16 y 17 años.
20 se registraron en el 2012.
¡Pilas a las alarmas!
- Hablar o escribir sobre suicidio. Decir frases como: “Me voy a matar”, “ojalá me muera” o “estoy tan cansado de la vida”.
- Comprar armas o cuchillos o acumular pastillas.
- Alejarse de todo contacto social.
- Cambios severos del estado de ánimo.
- Pensar constantemente en la muerte, en morir o en la violencia.
- Depresión o un sentido de desesperación.
- Aumento del uso del alcohol o las drogas.
- Cambiar la rutina normal, incluido el hábito de comer y dormir.
- Hacer cosas arriesgadas o autodestructivas, como consumir drogas.
- Regalar pertenencias o poner en orden cuestiones personales.
- Despedirse de los demás como si fuera la última vez.
- Cambios de personalidad, como los de una persona muy sociable que retire todo contacto o una persona de buena conducta que actúe con rebeldía.
- Descuido inusual de su apariencia personal.
Factores de riesgo
. Estrés por la escuela, las relaciones y las expectativas.
. Intentos suicidas anteriores: casi la mitad de los adolescentes que cometen suicidio lo habían intentado antes.
. Historia familiar de abuso, suicidio o violencia.
. Una pérdida reciente, como la muerte de alguien, el fin de una relación o el divorcio de los padres.
. Ser víctima de acoso escolar o ser el acosador; acoso cibernético.
. Problemas familiares.
. Presión de grupo.
. Fracaso.
Consejo*
Si observa que su hijo está retraído y no quiere hablar, indague entre sus amigos sobre si ha ocurrido algún suceso. Tome medidas no solo por el riesgo de suicidio sino porque el adolescente puede estar pasando por un estado de depresión que debe ser tratado.
* Noelba Calle, psicóloga.
Haga valer sus derechos
Los adolescentes son considerados por el Plan Obligatorio de Salud como una población de atención preferencial. De ahí que quienes presenten alarmas de suicidio o necesiten ayuda psicológica pueden solicitar un servicio especializado a su EPS: esto se traduce en 60 psicoterapias gratuitas al año con psicólogos, siquiatras, nutricionistas y trabajadores sociales. También tienen derecho a 60 psicoterapias grupales, familiares o de pareja.
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