A los nueve años, Eduardo Montes perdió a su mamá. Sonia Martha falleció cuando la operaban para extraerle una hernia. "Era una mujer muy guerrera, jovial, de carácter fuerte y bastante amorosa", así la describe el hijo menor, que hoy tiene 18 años.
Él no oculta su nostalgia cuando habla de quien le dio la vida. Nueve años después del suceso, sin embargo, le agradece a través de oraciones por permitirle vivir tan estable y tranquilo al lado de su abuela y tía paterna y sus dos hermanos mayores. "Mi papá, mi mamá, mis dos hermanos y yo vivíamos en Bogotá. Ellos eran comerciantes y debido a su trabajo manteníamos viajando. Con su muerte, ella nos dio una oportunidad de renacer, ese fue su sacrificio para vernos felices. Tengo dos mamás (tía y abuela) y dos papás (hermanos)", relató el muchacho, alumno de grado once del Instituto Técnico San Rafael.
A la edad de Eduardo, los adolescentes están viviendo un proceso de independencia emocional de sus padres y desarrollando afectividades con los grupos sociales del colegio o el barrio. Así lo explica el psicólogo Eduardo Henao, quien aseguró que para comprender cómo ven los adolescentes a sus padres habría que "meterse en los zapatos de cada uno de los jovencitos. Es un mundo individual".
El muchacho es conciente de que se demoró años en comprender y adaptarse a la situación de su madre ausente. El caso de Lady Johana Leguizamón, de 14 años, es diferente. Ella asegura con satisfacción que si no es por su mamita, Martha Liliana, su historia sería otra.
La chica tiene cinco meses de embarazo: "me ha ido muy bien en la etapa de gestación. Me di cuenta de mi embarazo al mes por una prueba casera, pero me demoré dos más para contar en mi casa. Al principio fue difícil, porque el papá del bebé no puede responder, pero si no fuera por mis papás estaría derrotada. Mi mamá me acompaña a los controles, me cuida y me aconseja querer mucho al bebé, que no tiene la culpa de nada. Ella es indispensable", manifestó la próxima madre de familia, quien admite que todavía le falta mucho por vivir y aprender.
Lady rescata, además, el apoyo de sus profesores y compañeras de clase del colegio Santa Luisa de Marillac, en Villamaría.
Para la psicóloga Ángela María Londoño, el rol de la mamá se ha complicado. Hace más de 30 años era la ama de casa. La que permanentemente acompañaba a su hijo. Por los cambios económicos y sociales la mamá salió de casa. Para los jóvenes es símbolo de firmeza. Es el primer ser con que se genera un vínculo afectivo.
"Hoy no podemos hablar de un sólo tipo de madre. Está la ausente, la que permanece en casa y la que cumple múltiples funciones, como trabajar, ser esposa, ser ama de casa o sostener el hogar". Y es justo en este último caso en el que encaja la mamá de Daniela Hernández, cuyo nombre es María Martha.
"Algunas veces es chévere, sobreprotectora, malgeniada... pero es tierna y me aconseja", dijo la estudiante, de 16 años. Lorena García, su amiga del Liceo Mixto Sinaí, coincidió con su versión. "La mía a veces no entiende la juventud de hoy, está como en otra época, pero es muy alcahuete", añadió.
El profesional Eduardo Henao enfatizó que en la adolescencia los jóvenes esperan de sus padres empatía, es decir, una dosis elevada de comprensión. "A esa edad no quieren recibir consejos, les parece que los están sobrecontrolando, sobreprotegiendo, que sus acudientes son unos intensos. Por lo que se les sugiere a los padres escuchar con atención, simpatía, respeto, cariño y sin censura. Las preguntas y frases claves para estos casos son: ¿crees que yo puedo ayudarte?, ¿sabes que siempre puedes contar conmigo?, yo ya pasé por tu situación y sé lo que estás sintiendo", sostuvo.
Tanto los pelados Eduardo, como Lady Johana, Daniela y Lorena preparan para el Día de la Madre, a celebrarse el próximo domingo, una sorpresa especial para aquellas mujeres a las que describen como su "polo a tierra", "incondicionales" y "afectivas".
"Las mamás se emberracan, pero siempre están ahí. Los hijos siempre esperan de ellas apego, calor, protección y seguridad", concluyó la psicóloga Ángela María Londoño.
La mamá sensible: le encanta la vida hogareña, le gusta cocinar y es excelente anfitriona. Es gentil, paciente y la gente la quiere mucho.
La mamá idealista: tiene grandes esperanzas para el futuro. Sus mayores valores son la justicia y la igualdad. Necesita una actividad donde expresarse creativamente.
La mamá chic: tiene un sentido natural del buen gusto que se refleja en su forma de vestir y arreglar su hogar. Lo más importante para ella es la armonía y el equilibrio.
La mamá audaz: tiene un espíritu independiente y ama la libertad. Es muy inquieta, le atraen la acción y los desafíos.
La mamá profesional: es una mujer perseverante que siente orgullo al hacer bien su trabajo de forma eficiente y responsable.
Los jóvenes en la adolescencia
* Buscan independencia, pero a la vez ser dependientes económica y afectivamente.
* Son atraídos por el amor y la protección de la mamá, pero sienten repulsión por sus consejos.
* Las sugerencias de sus padres las toman como una intromisión.
* La percepción sobre su madre es individual, según el contexto.
* Recomendaciones del psicólogo Eduardo Henao.
¡Pilas! La píldora de la próxima semana: Respete a su profesor.
Redacción: Isabel Vallejo Jiménez
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015