En los últimos años se ha saltado de un avance tecnológico a otro. Desde la llegada de internet, las nuevas tecnologías no han dejado de evolucionar, proporcionando todo tipo de recursos útiles para un entorno cada vez más digital. En la actualidad cualquier actividad de nuestro día a día puede realizarse a través de la red, y la automatización en el sector laboral avanza a pasos agigantados. Existen supermercados en los que se puede entrar, adquirir lo que necesita y salir de ellos sin necesidad de pasar por una caja para efectuar el pago, hogares controlados a través de la domótica o robots que se han puesto el gorro de chef en el sector de la restauración. Incluso hemos podido ver algún que otro androide ejerciendo tareas más complejas, como presentar un programa de televisión.
Gracias a estos avances llevados a cabo en el sector de la tecnología en las últimas décadas se ha podido disfrutar de innovaciones que parecen propias de una película de ciencia ficción, y que de hecho lo son. Una sobre la que más se trabaja en la actualidad y cada vez gana un mayor peso como sistema de seguridad es la tecnología biométrica, un avance que parece haber dado el salto de la gran pantalla a la realidad. ¿Quién no ha visto alguna vez una película de acción en la que para abrir una puerta que da acceso a un lugar de máxima seguridad el protagonista debe pasar por un escáner de reconocimiento facial, ocular o dactilar? Pues en ese reconocimiento es en lo que se basa la biometría. Los seres humanos, que nos hemos pasado la vida intentando descifrar los gestos y patrones de comportamiento del resto de personas, algo de suma importancia no solo en nuestro día a día sino también en algunas disciplinas deportivas como el póker o el ajedrez, vemos ahora como esas cualidades son la base para esta tecnología.
La biometría se basa en el reconocimiento e identificación de una persona a partir de una serie de características fisiológicas o de comportamiento. Se trabaja con aspectos únicos e intransferibles de cada persona con el objetivo de maximizar la seguridad. Así, el funcionamiento de la tecnología biométrica es muy parecido a lo que podemos ver en las películas: a partir de los rasgos de identidad de una persona, como las huellas dactilares, algunos patrones faciales, la retina, la voz o incluso el modo de caminar, se desarrollan diversos sistemas para verificar la identidad de una persona.
Esta tecnología está pensada para garantizar la seguridad de espacios protegidos, al tiempo que agiliza los procesos de verificación e identificación de personas. Sus ventajas son tan amplias que en la actualidad son muchos los organismos que empiezan a optar por emplear la tecnología biométrica. En Pekín, por ejemplo, se ha informado de que el nuevo aeropuerto de la ciudad contará con un sistema de reconocimiento facial llevado a cabo por cámaras que, a través del empleo de herramientas biométricas, permitirán cotejar la apariencia del viajero con una base de datos a nivel nacional de identificación. Además, este sistema también permitirá asociar a cada persona sus pertenencias, de tal forma que si éstas se extravían pueden ser fácilmente rastreadas.
El reconocimiento facial es, sin duda, el sistema biométrico que más se ha extendido en todo el mundo y sus empleos son múltiples y muy variados. MasterCard puso en marcha el pasado año una tecnología que permite realizar pagos a través del reconocimiento facial del comprador. Intel, junto con Foxconn, también trabaja en esta idea para permitir a sus clientes realizar pagos a través de este sistema en el sector del entretenimiento y el comercio minorista. Siguiendo esta línea, son muchas las empresas de telefonía que incluyen el reconocimiento facial, junto con el de huella dactilar, para desbloquear diversas aplicaciones de pagos y transacciones financieras como PayPal, además de para desbloquear el propio terminal.
En el campo de la salud existen diversas aplicaciones que gracias al reconocimiento facial permiten mapear el rostro de los pacientes y detectar diferentes enfermedades. En el sector del entretenimiento, por su parte, destaca la iniciativa de Disney que busca reconocer emociones a través del estudio de los rasgos de los espectadores durante la proyección de sus películas con el objetivo de comprobar si se cumplen las expectativas de los creadores.
En Colombia esta tecnología gana presencia desde la década de los 90. Se han empleado sistemas biométricos en el sector de la salud, el retail o la banca, sobre todo en los cajeros automáticos. También en la educación se han implementa sistemas biométricos que permiten controlar la asistencia de los alumnos al aula o el acceso a materiales por parte de los profesores. Uno de los últimos sectores en apostar por la biometría ha sido el de los registros notariales que pronto podrán contar con el reconocimiento facial como mecanismo de seguridad en sus transacciones.
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