Wilfredo deja una huella indeleble en Manizales
LA PATRIA | MANIZALES
Un hombre humanitario, buen amigo, excelente compañero, el padre de sus estudiantes, el del buen humor. Así describen sus amigos al teniente de la Policía, Wilfredo Madrigal Galvis. Sin embargo, sus ganas por brindar bienestar a los que más lo necesitaban se esfumaron.
El sábado pasado, criminales, al parecer del Eln, acabaron con su vida, junto a las de dos compañeros. Pocas horas antes de iniciar el cese el fuego bilateral con el Gobierno Nacional, delincuentes atacaron una patrulla en Miranda (Cauca).
Rector y amigo
Entre el 2014 y 2016, Madrigal Galvis laboró como rector del Colegio Nuestra Señora de Fátima. Janeth Cárdenas, quien ejerció como docente en la institución recordó: "Dejó huella en mí, en estudiantes y compañeros de trabajo por su calidad humana, humildad y liderazgo".
Se destacó por su cercanía con los estudiantes. Fue promotor de actividades lúdicas y semanas culturales. Incluso cuando partió a mediados del año pasado a emprender otra aventura regresó en diciembre a la graduación del grado 11.
Su apoyo también se sintió a la hora de recoger fondos para obras de caridad, para el equipo de fútbol, el grupo de danza y todo lo que representó la promoción del arte. En el 2015, la institución ganó el primer puesto en un concurso de baile en Manizales.
El intendente jefe Yoneider Palacios, quien laboró en el área administrativa del colegio, describió a Wilfredo como un hombre humanitario, con excelente sentido del humor y generoso. Resaltó su empatía con los estudiantes y sus constantes visitas a las aulas a hablar con los alumnos.
Una amistad de ocho años
La psicóloga Paola Ortiz conoció a Wilfredo Madrigal hace ocho años en Bogotá. Con él emprendió proyectos desde la Policía promocionando el bienestar social. Esas iniciativas los trajeron a implementar su estilo en Nuestra Señora de Fátima.
"Siempre tenía una sonrisa, una palabra de aliento o una broma. A todo le sacaba un chiste y con toda seguridad estaría echando chistes de haber sobrevivido a esto", señaló Paola.
Añadió que era un hombre dedicado a sus hermanos y a sus padres y ese mismo trato lo reflejaba en la institución educativa. Se ganaba a los estudiantes desde el primer diálogo con ellos.
Para solucionar los problemas también tenía su estilo. Cuando se trataba de hacer un llamado de atención le ponía la seriedad que requería, pero finalizaba con algo chistoso. "Para que el muchacho entendiera que no era el fin del mundo, pero que tomara seriedad", dijo Paola.
Hombres de paz
Wilfredo hacía parte de la Unidad Básica de Carabineros de la Unidad Policial para la Edificiación de la Paz (Unipep). Llevaba ocho meses en Cauca. Junto a él asesinaron a los patrulleros Juan Gabriel Narváez Cabrera y Carlos Alfredo Lara Márquez. Justamente se dirigían a un sector a promover actividades comunitarias cuando los emboscaron.
Próximo ascenso
Wilfredo Madrigal Galvis, de 31 años, era soltero y natural de Rovira (Tolima). Dentro de dos meses recibiría su ascenso como capitán de la Policía.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015