LA PATRIA | MANIZALES
Una visita a la Sijín a principios de la semana pasada activó la investigación. En coordinación con una fiscalía se tramitaron y obtuvieron las órdenes de interceptación a abonados celulares.
Los presuntos determinadores fijaron como fecha el pasado viernes en la noche, en una de las dos vías que comunican a Manizales con Chinchiná, para matar a un uniformado de la Policía Metropolitana de Manizales.
El mismo día había que tomar una decisión y se optó por solicitar la captura de los involucrados. Esto salvó la vida del uniformado.
La audiencia de legalización de captura se llevó a cabo a primera hora del sábado. Al parecer, la acción de la Fiscalía y de los investigadores se centró en prevenir un inminente asesinato, por lo que no se solicitó mandarlos a la cárcel.
Una deuda
Todo comenzó por una deuda. Algunas averiguaciones adelantadas por este medio dan cuenta de que el crimen tendría motivaciones pasionales. Un conductor de una empresa de buses, involucrado en el plan criminal, le debía dinero a otro de la misma compañía.
A cambio de no pagar la deuda, pero recibir una suma adicional en efectivo por el "trabajo", le ofrecieron participar en el asesinato. La razón: una relación clandestina entre el acreedor y la compañera sentimental del uniformado. Todo indica que eligieron esa manera de quitarlo del medio, para no ocultar más la relación.
El día clave
El viernes fue el día más agitado en la investigación. Durante la semana las interceptaciones revelaron la forma cómo se urdió el plan de los homicidas.
Al saber que la orden estaba dada para ejecutarla esa noche se adelantaron con urgencia varias audiencias preliminares a las 10:00 de la mañana.
*Se llevó ante un juez de garantías el informe de un agente encubierto, para legalizar esa actuación.
*Se legalizaron, con posterioridad, unas interceptaciones telefónicas.
*Se legalizó, también, un informe de vigilancia y seguimiento.
*El juez de garantías ordenó las capturas, por solicitud del ente investigador.
Tras la legalización de las capturas, al día siguiente, el uniformado se dio cuenta del plan en su contra y los presuntos involucrados. Aunque se salvó su vida, se prevén medidas especiales para su protección.
Un caso similar
Este caso hace recordar la acción que terminó con la muerte del comisario retirado de la policía José Fernando Aguirre, de 51 años, en mayo del 2017, en el barrio Caribe, de Manizales. A través de interceptaciones telefónicas en un caso por narcotráfico, la Sijín conoció que se planeaba el homicidio de una persona, con sicarios traídos de Santander. El despliegue para evitarlo se hizo a toda marcha, al tiempo que se avanzaba, segundo a segundo, en las actividades de inteligencia. Se conoció a última hora el nombre de la víctima, pero la información exacta sobre el lugar donde se cometió el crimen se obtuvo tarde. Faltaron pocos segundos. Lo más cerca que llegaron a estar los investigadores fue a dos cuadras. Esta vez no sucedió la frustración de aquella ocasión.
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