LA PATRIA | MANIZALES
Cuentan los vecinos de la calle 20A con carrera 29A, en el barrio 20 de Julio, que a las 9:15 de la noche, del pasado sábado, Iván Andrés Lenis Giraldo subía por un callejón procedente del barrio La Isla. Detrás de él venían dos sujetos armados, quienes usaron la capota de sus buzos para ocultar su rostro.
Cuando Lenis Giraldo llegó a la esquina de la mencionada dirección, uno de los dos tipos le pegó tres tiros, esperó un momento y al verlo agonizante, le disparó en tres ocasiones más. El reporte de las autoridades indica que los impactos penetraron su cabeza, el cuello, el abdomen y ambas piernas.
Testigos afirmaron que los asesinos se devolvieron por el mismo callejón por donde llegaron. Mientras unos vecinos salieron a auxiliar a la víctima, otros se ocultaron en sus viviendas por temor a las represalias de los delincuentes que azotan el sector.
Dos hermanos de Iván Andrés Lenis pasaban, por casualidad, por el lugar y lo vieron padecer, mientras llegó una patrulla de la Policía que lo trasladó al hospital de Caldas. De nada sirvieron los rezos de sus parientes, ni la velocidad con la que lo trasladaron a urgencias. Mientras era atendido por los galenos, falleció.
La víctima, de 26 años, llevaba 10 como soldado profesional prestando sus servicios en un batallón de Pasto. Había llegado a su casa desde el pasado 10 de mayo, donde aprovechó su permiso para celebrar el Día de la Madre.
Lina María Lenis, hermana de la víctima, contó que en la tarde del sábado, antes del crimen, viendo que le faltaba poco para volver a su servicio, y que su compañera sentimental permanecía encerrada, atendiendo a su bebé de dos meses de nacida, pasaron ese día en la Ciudad de Hierro, querían distraerse, relajarse. Fue la última vez que su pareja lo vio vivo. Esa noche llegó a la casa de sus hermanas, descansó un rato y luego salió hacía el lugar donde posteriormente lo persiguieron para matarlo.
Allegados al soldado lo describieron como un ser noble, cariñoso, amistoso, alegre y rumbero. Cada que llegaba de permiso era el que prendía la fiesta en la cuadra, se hacía notar. “Yo para que me voy a quedar encerrado cuando vengo a mi casa, si me mantengo en el monte”, le decía a sus vecinos.
Juan Fernando Ortiz Díaz, de 17 años y estudiante de décimo grado, murió ayer a las 6:00 de la tarde cuando otro menor de edad lo atacó en una casa con un arma blanca y le propinó una herida en el pecho, lo que provocó su muerte instantánea.
Los hechos ocurrieron en en la carrera 31A con calle 42 del barrio El Palmar, de Manizales. Los muchachos estaban en una fiesta. El homicida, al parecer, ya está identificado y las autoridades lo buscan.
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