Un palo fue la trampa para asesinar a una pareja en Neira

LA PATRIA | MANIZALES

Todo parece indicar que los criminales le seguían los pasos a una pareja para matarla. El doble crimen ocurrió ayer en el sector Los Mangos, de la vereda El Guineo, de Neira.

Según versiones de la comunidad, Jhon Alexánder Gómez Henao, de 42 años, fue contratado para que llevara en su yip, de placas UIC 603 de Salamina, una carga de alambres desde Manizales hasta la zona mencionada.

El conductor llegó hasta el lugar y descargó el material acompañado de su pareja sentimental, Jazmín Andrea Correal Castaño, de 37 años. Cuando se devolvieron, a Jhon le tocó frenar, cerca a la finca La Estufa, porque se encontró con un palo atravesado en la vía.

Según testigos, en ese momento salieron de un matorral dos hombres, quienes les dispararon e impactaron el parabrisas del vehículo. Luego, se acercaron y acribillaron a los ocupantes.

Las dos víctimas quedaron tendidas en el piso con perforaciones de bala en distintas partes del cuerpo, lo que les ocasionó su muerte inmediata.

Tras conocer los hechos, al sitio se desplazó el coronel Luis Duarte Ravelo, comandante de la Policía de Caldas, acompañado de personal de la Sijin, de inteligencia y de 20 uniformados de Neira, quienes tienen la labor de capturar a los agresores y esclarecer los motivos del doble crimen.

A las víctimas no les hurtaron ningún elemento de valor, aseguraron los testigos. Por ello, una hipótesis extraoficial sobre las causas del suceso, es que se trataría de venganzas personales.

Jhon Alexánder Gómez Henao y Jazmín Andrea Correal Cataño son oriundos de Manizales y vivían en el sector Moravia, del barrio La Linda. Sus cuerpos fueron traídos ayer a Medicina Legal de Manizales y hoy serán velados en la Funeraria La Aurora.

Lo mataron por no dejarse atracar

Hace 30 años Rogelio Salazar Tabares, de 59 años, había heredado de su padre la tienda en la que tenía su casa. Allí vivía con su esposa y con sus dos hijos. Sus últimos días de vida empezaron a contar desde el pasado 14 de agosto. Ese día la muerte estuvo cerca. Eran las 7:00 de la noche y estaba próximo a cerrar el negocio, en esas, llegó un tipo con un revólver y le exigió el dinero de las ventas. En medio del pánico, la reacción del tendero fue cerrarle la puerta de madera al presunto atracador, pero desde afuera disparó contra la puerta, con tan mala fortuna para Rogelio, que el proyectil se incrustó en su antebrazo y debió ser trasladado al hospital de la localidad, mientras el victimario huía. Por fortuna, momentos más tarde fue dado de alta, porque la herida no comprometía su vida. El pasado viernes, dos hombres que se movilizan en un moto llegaron a la tienda y, tapando sus rostros con pasamontañas, irrumpieron en el sitio, uno de ellos armado, amedrentó a Rogelio para que, de nuevo, le diera el dinero de las ventas. Al parecer, la víctima se negó a obedecer, por lo que el delincuente le disparó en dos ocasiones, pero esta vez Rogelio no resistió las heridas y murió. Ayer fueron sus honras fúnebres.