LA PATRIA | MANIZALES

"No tengo documentos. Me llamo Jhon Freddy Márquez Dávila", les dijo a las autoridades Willington Orlando López Bedoya, el 22 de septiembre del 2007, luego de atracar con arma blanca a una mujer, junto a otro sujeto, en la Glorieta de la Universidad Autónoma de Manizales. Le robaron el celular.

Por esta situación, el soldado profesional Márquez Dávila cargó con el título de delincuente durante casi tres años. Incluso, tuvo orden de captura y apareció con antecedentes disciplinarios en la página web de la Procuraduría. Pero no era culpable.

La Fiscalía 10 Local inició la investigación y le imputó hurto calificado. López Bedoya, el suplantador, aceptó cargos, pero quedó libre y vinculado. El error es que todo el proceso siguió con el nombre del militar.

El 14 de diciembre del 2007 hubo otra audiencia, pero la Fiscalía no identificó correctamente al imputado y con el nombre de Márquez Dávila el Juez 2º Penal Municipal con Función de Conocimiento dictó condena: 6 años de prisión.

El 13 de febrero siguiente, el Tribunal Superior de Manizales declaró desierta la apelación por inasistencia de las partes. De esa manera quedó en firme la condena. Así las cosas, se emitió orden de captura contra el militar, quien quedó registrado con antecedentes en la página de la Procuraduría.

Afectado

"Me metí para sacar un certificado y tramitar la solicitud de vivienda militar, pero me encontré con esa sorpresa. No conocía al ladrón, sé que estudió con mi hermana. Mi carné militar se me perdió. Me tocó esconderme como un delincuente y mi compañera sentimental me abandonó", le contó ayer el militar a LA PATRIA, desde Tumaco, donde labora ahora.

Luego entuteló. Suspendieron la orden de captura y en el 2010 el Tribunal Superior de Manizales declaró la nulidad de todo el proceso penal.

Márquez Dávila demandó a la Nación, Mindefensa, Policía y ente acusador. "La Fiscalía está obligada a asegurar la correcta identificación de la persona a quien se imputa un delito", manifestó. Solicitó reparación económica para él y su familia.

Comentó que tras figurar como un delincuente recibió retaliaciones. Lo trasladaron a diversas guarniciones militares, entre ellas Chocó, donde contrajo leishmaniosis, según reporte médico. Además, perdió el derecho a la vivienda militar que gestionaba. Adicional a eso, se frenó un ascenso.

El Tribunal Administrativo de Caldas, ente que conoció el caso, no accedió a las pretensiones económicas del militar. Consideró hace unos días que con borrar el antecedente de la base de datos y cancelar la orden de captura era suficiente. Además, que no pudo probar las afectaciones.

Al parecer, no es la primera vez que el ladrón se cambia el nombre. Lo mismo pasó en junio del 2009, durante un proceso por hurto calificado y agravado, según aparece registrado en la web de la Rama Judicial: ...para el señor Cristian Camilo Román Betancourth, quien en realidad se llama Wiillington Orlando López Bedoya, la Fiscalía retira la solicitud de medida de aseguramiento porque la defensa informó que el antes mencionado padece una grave enfermedad. Se expide la boleta de libertad.

¿Cómo demostrar?

En un caso de esos, el suplantado puede demostrar quién es con su registro civil, el de sus padres, hermanos, esposa e hijos (as), si tiene. Además, escritura pública que declare la unión marital de hecho. Además, constancia laboral.

Prontuario

En la página web de la Rama Judicial le figuran siete procesos a Willington Orlando López Bedoya, entre el 2001 y el 2009, por hurto calificado y agravado.

En algunas le suspendieron la ejecución de la pena, por enfermedad. En otra pagó 39 meses y 18 días de cárcel, en una más lo sentenciaron a 9 meses y 10 días; una restante fue por 2 años y cuatro meses.