LA PATRIA | MANIZALES
No solo hurtaba celulares en Caldas, Magdalena, Cundinamarca, Huila, Caquetá y Putumayo. Su accionar se extendía a Venezuela, Paraguay Argentina y Ecuador, donde hay registros de sus robos.
Esto se lo atribuyen al doradense apodado Tato. La Policía del Tolima lo seguía y por fin pudo agarrarla mediante orden judicial. Era un dolor de cabeza para los vendedores de celulares y elementos tecnológicos. No aceptó cargos, pero lo mandaron para la cárcel La Picaleña.
Según las investigaciones, Tato llegaba a las tiendas de alta gama y lograba distraer a los vendedores para sustraer la mercancía.
Para Ecuador se llevaba los teléfonos, los almacenaba y les modificaba su número de identificación IMEI, eliminando cualquier tipo de reporte por hurto. Luego los ponía a la venta en locales legalmente establecidos y en el mercado negro. Lo judicializaron por concierto para delinquir agravado con fines de hurto
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