LA PATRIA | MARMATO
“Se quitó los zapatos y luego las medias. Yo le dije que me pasara la cadena para que no se le perdiera, pero me dijo que no”, narró Juan David Arroyave sobre el momento en que su hermano Juan Diego Lince Arroyave se tiró al río Cauca y luego desapareció.
El lunes Juan Diego estaba junto a su hermano y unos amigos trabajando a la orilla del río en el sector La Flecha de Marmato. Según cuenta su hermano, él se tiró para amarrar una barca y pasar madera al lado de la mina. El hoy occiso se desempeñaba como minero.
“Ya iba a mitad del Cauca, cuando de un momento a otro dejó de nadar. Se hundió y salió moviéndose más rápido. Después de eso no volvió a salir más”, dijo.
La búsqueda
Marco Aguirre, amigo del fallecido, fue quien coordinó la búsqueda al ver que ningún organismo municipal hacía nada.
“Es muy triste ver la inoperancia ante estos casos. Yo me enteré por redes sociales y llegué al lugar. Solo recibimos la ayuda de una bombero de Marmato que es amiga, de Bomberos La Pintada y la Defensa Civil nos transportó una vez”, dijo.
Lo buscaron entre 25 personas, amigos y familiares, durante tres días. Dormían dos horas diarias y usaron sus recursos para el rescate. “Fue una situación aterradora y desgastante. Compramos flotadores salvavidas. Dos policías supieron de la situación, pero no le informaron a nadie más”, aseguró Aguirre.
Luisa María Rivera Arroyave, la hermana de la víctima, comentó que en Marmato los derechos del pequeño minero son vulnerados y que este fue un motivo por el que las autoridades no actuaron en el caso de Juan David: “No tuvimos respuesta de ningún organismo de socorro de Marmato, a pesar de que él se ahogó en el municipio”.
El cuerpo sin vida de Juan Diego Lince Arroyave fue encontrado por sus familiares el jueves a las 6:00 de la tarde, 5 kilómetros abajo del lugar donde se había lanzado al río. La Sijín de Supía realizó el levantamiento del cadáver.
Lo que faltaba
Davildo Muñoz participaba en el rescate y fue multado por incumplir la cuarentena, lo pillaron cuando iba al pueblo a conseguir comida para quienes realizaban la búsqueda del cuerpo.
Nostalgia
Al supieño Juan Diego Lince Arroyave, de 30 años, lo recuerdan como un buen amigo, buen papá y buen trabajador. “Él prefería quedar mal para hacer que otra persona se sintiera bien”, comentó su hermano.
“Desde que se levantaba llamaba a su hija Violetta y le pedía mucho a Dios. Ella era su motivo para trabajar todos los días en la mina”, resalta su hermana.
Era muy conocido en los municipios de Marmato y Supía, en especial en el sector de los mineros. También hacía parte de la Asociación de Mineros Tradicionales de Marmato.
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