HELMER GONZÁLEZ
LA PATRIA | MANIZALES
El próximo 15 de marzo se cumplirán 18 años de la más larga espera para la familia Marulanda Marín. Anhelan el día en que surja la verdad casi de la nada y sepan con exactitud dónde están los restos de Mario Marulanda Pérez el padre, esposo y hermano.
Tenía 39 años cuando desapareció. Felipe, el hijo mayor solo contaba con 12, y le seguían otros cinco hermanos menores. La historia en el hogar sin la presencia del progenitor es compleja.
El 15 de marzo del 2000 fue la última vez que lo vieron, que se brindaron un abrazo, porque él se iba, como era su destino, a cualquier sitio donde la tierra y el trabajo fueran prometedores para el sustento y supervivencia del hogar.
Sin saberlo, ese mismo día fue el señalado para que el mayor tomara el papel del padre. De forma abrupta dejó de vivir como se siente la vida a los 12 años, cuando se puede disponer de tiempo para sus actividades de adolescente.
La espera
Jamás volvieron a tener noticias de Marulanda Pérez, ni de su amigo José Eduardo Rueda Cárdenas. Ambos partieron juntos hacia Planadas (Tolima) y ni siquiera se sabe hasta dónde llegaron. El destino era una finca cafetera, donde la traviesa (temporada baja de recolección) era buena.
La vida de la familia cambió. La espera a aquel hombre trabajador, que enviaba dinero para los gastos del hogar o llegaba de jornalear pasó de días a semanas, a meses y años.
Los hermanos iban creciendo, recordó Felipe. Por un momento reflexiona si fue correcto lo que su mamá y él les decían a los menores.
“Mis hermanos estaban pequeños. Lo que hacíamos era decirles que él trabajaba y que iba a volver. Así fue durante ocho años, pero cada vez era más doloroso y guardábamos la esperanza”.
Los chicos esperaban que quizás su papá llegaría un 24 de diciembre con los aguinaldos de Navidad, pero jamás sucedió. “Finalmente les contamos, pero ellos no pudieron entender en ese momento qué era estar desaparecido”.
Luego vinieron otras preguntas que profundizaban el dolor de la ausencia, entre ellas: “¿Por qué no lo pudimos conocer?”. La historia del papá empezó a ser una narración con fotos y al cabo de cada una siempre se destacó que era un buen padre.
Aceptación incompleta
Los días en el hogar consistieron, en parte, en mantener la presencia a través de elementos que pertenecieron al desaparecido. Sin embargo, el tiempo superó lo físico y ahora todo está en la memoria.
Felipe y varios hermanos de Mario, entre otros parientes, participaron el pasado 27 de octubre en la actividad Abre las puertas de la memoria, proyecto que durante un año prepararon las víctimas de crímenes de Estado en Caldas, con el apoyo de instituciones y organizaciones nacionales e internacionales.
En otras regiones del país también se lleva a cabo, con el acompañamiento del Centro Nacional de Memoria Histórica. 25 historias se contaron en imágenes y composiciones literarias. Toda una puesta en escena artística. “Creo que mientras haya vida ellos no están muertos”, indicó ese día.
En el caso concreto de la desaparición de su padre, la investigación de la Fiscalía es consistente: se trata de una desaparición forzada a manos de paramilitares, quienes asesinaron a Mario y a José Eduardo, pero no se sabe dónde los dejaron.
Hubo un tiempo en el que se aferraron a la idea de que podrían saber qué paso. Fue cuando los paramilitares se desmovilizaron. Comenzaron las audiencias en las que confesaban sus crímenes. Esperaban asistir a una con un comandante del bloque Tolima, pero sobrevino la extradición de los jefes máximos a los Estados Unidos. De nuevo todo quedó en suspenso, hasta hoy. “El que podía decir algo también fue extraditado”, comenta Felipe, aunque no recuerda el alias.
Agrega que en esos años se mantenía la esperanza, luego aceptaron la realidad de la desaparición, “pero sigue siendo duro, porque queremos saber qué pasó. Estaremos tranquilos cuando enterremos sus restos”.
El No, un duro golpe
Felipe reconoce que adicional a la pérdida de su padre han vivido momentos complicados, entre ellos cuando no eran reconocidos como víctimas, o cuando ganó el No a los acuerdos de La Habana.
El caso se comentó en familia de forma abierta y reflexionaron: “No queremos que más gente crezca sin su padre. La guerra deshumaniza y deja a la gente en el olvido. Vivimos un país donde se volvió normal las familias incompletas, que los padres dejen a los hijos. Sin importar el bando no queremos más viudas o huérfanos”.
Trabajo social
Las expresiones y gestos de Felipe son propias de un humanista. Por estos días desarrolla actividades con menores del barrio Solferino, donde vive, gracias a una fundación a su cargo. Es egresado del programa de Trabajo Social de la Universidad de Caldas.
Después de los años y vivencias transcurridas intenta trascender, de superar el dolor pero sin olvidar. “Hay que pasar de la indignación a la dignificación. De nada sirve quedarnos en el lamento. Mas que preguntas necesitamos acciones”, concluye.
¿Dónde desapareció?
Planadas es un municipio del sur del Tolima. El viaje de Mario y Eduardo debía ser de unas 10 horas desde Manizales hasta ese municipio, ubicado a 571 kilómetros de la capital de Caldas. Se trata de un pueblo cafetero, donde se producen variedades especiales.
Sin embargo, en el tiempo en que la necesidad de empleo lo llevó a esa región el control que ejercían los paramilitares estaba a punto de ser disputado por las Farc.
El portal www.verdadabierta.com documentó, con base en investigaciones de la Fiscalía, que en Planadas el jefe guerrillero Alfonso Cano planeó una toma a Puerto Saldaña, en el mismo departamento, a comienzos del 2000.
El objetivo era eliminar a los paramilitares que hacían presencia en el lugar, al mando de alias Urabá. La acción se llevó a cabo el primero de abril, es decir, dos semanas después de que los hoy desaparecidos emprendieran su viaje.
Foto | Martha Elena Monroy | LA PATRIA
Escenas conmovedoras se vivieron en octubre pasado durante la actividad Abre las puertas de la memoria. Entre las historias destacadas se incluyó en la muestra la desaparición de Mario Marulanda Pérez.
Fotos | Tomada de www.abrelamemoria.com | LA PATRIA
Mario Marulanda Pérez. Desaparecido.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015