LA PATRIA | MANIZALES
Sergio Andrés Orozco, de ocho años, decía que María del Mar y Gabriela, las hijas de su vecina Liliana Leticia Santa, eran sus novias. Por eso, en la noche del pasado sábado, cuando salió de la parroquia Jesús Obrero, de Pío XII, le pidió a Gabriela que le diera un beso. Ella accedió y fue una despedida, pues ahí lo vio por última vez.
Sergio Andrés falleció en la madrugada de ayer, después de luchar contra la muerte en la Clínica San Marcel. El niño, junto a tres familiares más, fue atropellado en la calle 66 con carrera 37 por un joven de 15 años, que a esa hora bajaba por esa vía. Tras el hecho escapó y fue aprehendido en Las Colinas.
Sergio fue la quinta víctima de accidentes de tránsito en el puente más largo del año, ocurridos en Caldas o en los que fallecieron caldenses. Cuatro fueron el viernes en la vía Manizales-La Felisa, La Pintada (Antioquia) y Victoria. El otro, el sábado en el barrio Pío XII (ver recuadros).
Sergio Andrés era muy reconocido en el barrio, pues su hermana es del grupo juvenil de la iglesia y le gustaba mucho ayudar en esas labores. Liliana Leticia, la vecina, expresó que cuando el niño y sus familiares pasaban la cebra, el conductor bajaba muy rápido, atropelló a Sergio, lo lanzó contra un barranco y este cayó boca abajo. Luego embistió a María José Yela, de 8 años, a Yéssica Orozco, de 14 y a Lina Yisel Orozco, de 26.
"Cuando se dio cuenta de lo que hizo aceleró y le pasó al niño por encima. Nos dijeron que iba con otro muchacho y una joven, y que iba rápido huyéndole a unos motociclistas que tumbó más arriba. Gracias a Dios lo agarraron", dijo la vecina.
Sergio era un niño juicioso, casero, colaborador, amante del fútbol y del Once Caldas, pues siempre lo veían jugando en la calle. Estudiaba en Malabar.
La Policía Metropolitana explicó que apenas se recibió la llamada interceptaron el vehículo, un Mazda 626 modelo 2003, y a su conductor, en la calle 65C con carrera 42, del barrio las Colinas. Una farola quebrada fue la característica clave. "Iba en compañía de otro joven, fue trasladado al Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes y ante un Defensor de Familia se le practicó la prueba de alcoholemia, que salió negativa. El menor quedó a disposición de las autoridades", manifestó la Policía.
Los demás heridos, según la Secretaría de Salud de Manizales, seguían ayer estables y se designaron psicólogos para atender a la familia de la víctima y al menor conductor. La emergencia la atendieron Cruz Roja, Bomberos, GER y Defensa Civil.
En Colombia, los que deseen tramitar una licencia de conducción para vehículo particular deben tener, mínimo, 16 años cumplidos. El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía Metropolitana, dijo que el menor no tenía licencia, por lo que no se puede certificar que tuviese la pericia para conducir. "En este caso los culpables son los padres, que lo dejaron sacar el vehículo. Un carro también es un arma contundente".
El menor se enfrenta a un proceso por homicidio culposo, pero no deja de ser un accidente. Además, es inimputable porque no tiene la conciencia y madurez para decir que cometió el crimen con responsabilidad. Un juez decidirá.
Mientras tanto, en Pío XII la tristeza embarga la Semana de Pascua y en el grupo juvenil de la iglesia recordarán la alegría de Sergio.
Nírida Maryori Paéz Rincón, de 18 años, oriunda de La Belleza (Santander), falleció el pasado viernes en un accidente en moto, en Victoria. Ella vivía en Bogotá. Tuvo trauma craneoencefálico y golpe en el tórax, al estrellarse en su moto Pulsar 180, de placas TPA 34D.
Los hechos ocurrieron a las 11:20 de la mañana en el sector de Las Piscinas, cerca a la Hacienda Hamburgo, de la vereda Canaán. Iba en compañía del taxista Iván Fernando Ramírez Joya, de 26 años, quien resultó ileso. Al parecer perdió el control en una curva y se fue contra un árbol.
Andrés Ortegón Vallejo, de 24 años y Valentina García Hernández, de 22, estuvieron juntos hasta la muerte. El pasado viernes, a las 3:00 de la mañana, fallecieron en un accidente en moto en la vía La Estrella-El Palo, kilómetro 49 del tramo Manizales-Medellín.
Ellos colisionaron en una Suzuki, de placas BST03, contra un bus de Bolivariano, de placas THV213. La hipótesis que se tiene es que Andrés trató de esquivar un derrumbe e invadió el carril del carro de servicio público.
Andrés y Valentina eran novios hace nueve años. Vivían en el barrio Villahermosa, de Manizales, por el sector de Arcolinda. La hermana del primero indicó que era una persona alegre, pero a la vez de carácter fuerte. "Le gustaba mucho la música de género punk, reggae; amaba la batería y tenía una perspectiva muy diferente de la vida".
Estudió cuatro semestres de Filosofía y Letras en la Universidad de Caldas, pero este año canceló porque le resultó trabajo en Digitex, pero anhelaba seguir estudiando. Desde hace meses planeó viajar a Medellín con la novia para conocer la ciudad e ir al Atanasio a ver jugar a Nacional.
Lo que no entiende su familia es por qué se devolvieron el viernes, si el partido era el sábado. Salieron de Manizales a las 3:00 de la tarde del jueves. Sobre Valentina se dijo que era una excelente mujer, muy apegada a la casa de Andrés, juiciosa y que vivía pendiente de ellos. También trabajaba en un call center. Solo pensaban en viajar y conocer lugares. No hablaban de matrimonio ni de hijos.
"Murió en su ley. Dios lo tendrá en su gloria y estará en el equipo de mountain bike del cielo". Eso escribió ayer en Facebook Alejandro Pérez, haciendo referencia al vacío que deja el caldense Alexánder Peláez Zambrano, de 34 años, empleado desde el 2004 de Café Liofilizado, que falleció el viernes en un accidente en bicicleta cerca a La Pintada. Lo conocían como Pambe.
Cristian Camilo López Rivera, presidente del Club Mountain Bike Chinchiná, del que Pambe era el tesorero, dijo que el club se divide en diferentes modalidades, como la ruta.
"15 ruteros, entre ellos Pambe, se fueron el jueves para Jericó. Hicieron 157 kilómetros y regresaron el viernes. Desayunaron en La Pintada y metros más adelante fue el accidente. Él se enredó en el manubrio con otro compañero y cuando fue a poner el pie de apoyo en la zapatilla amarrada al pedal, se zafó, perdió el equilibrio, invadió el carril contrario y un camión acabó con su vida".
Eran las 10:00 de la noche del jueves y no quiso salir del hotel, pues veía un documental sobre el Papa. Le dijo a Carlos, un compañero, que le comprara pan y Coca Cola. No era común que pidiera ese tipo de comida y menos a esa hora. En la mañana del viernes, Milton, otro compañero, le insistió en que se devolviera en carro hasta Chinchiná, pero Pambe no quiso. Dijo que se había preparado para ese recorrido y no lo dejaría tirado. Tampoco quiso tomar licor. "Vine fue a pedalear y no me voy a envenenar", respondió.
A Pambe, que estaba a punto de graduarse como ingeniero industrial, lo recuerdan como una persona extremadamente buena, de carácter sólido y muy correcta. Deja esposa y un hijo. Muy deportista, pues en sus años mozos fue capo del equipo Postobón Colombia de ciclismo.
"Le gustaba hacer ruta, andaba muy motivado desde hace 20 días que adquirió la bicicleta. Por eso se le midió a ir hasta Jericó. Se integraba fácil con el grupo, era muy solidario con los que se quedaban relegados".
El sábado, durante su sepelio, el Club le rindió un sentido homenaje. Sus compañeros y amigos lo acompañaron hasta el cementerio llevando las bicicletas en la mano. Además, lo vistieron con el uniforme, pues murió en su pasión.
La Policía Caldas entregó datos de la movilidad en Semana Santa.
16.647 vehículos entraron al Departamento
15.714 salieron.
194 comparendos se aplicaron.
28 vehículos inmovilizados
2 comparendos por embriaguez.
4 lesionados en accidentes de tránsito.
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