
LA PATRIA | MANIZALES
Jhon Jaimer Betancort Castellano pagará nueve años y tres meses de prisión por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes en la modalidad de transportar. Su caso fue particular, pues el día que lo capturaron iba con dos personas más por la vía Manizales-Medellín, con 233 kilos de marihuana dentro de un vehículo. Cuando fue abordado por las autoridades, decidió lanzarse al río Cauca, sin saber su profundidad, y fue salvado por el patrullero Wilson Rojas Murillo. Nixon Bayardo Zambrano Rodríguez, que también se tiró, no contó con tanta suerte y murió ahogado. Su cuerpo lo hallaron en La Pintada.
Betancort Castellano fue el único que aceptó cargos por la vía del preacuerdo. Fue condenado por el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio el pasado martes.
El hombre fue capturado en flagrancia, el pasado 26 de enero, por uniformados de la subestación de Policía de La Felisa (La Merced), que realizaban un registro de control en la vía Cauya-La Pintada. Detuvieron una motocicleta Honda, de placas FTH19D, conducida por Zambrano Rodríguez, quien iba con parrillero.
Los policiales los sintieron nerviosos y, además, el celular les timbraba constantemente. Tras la información recibida encontraron parqueado más adelante, en una tienda, un vehículo Mazda 323, de placas UQG012. Dentro de él estaba
Betancort Castellano. Los uniformados le solicitaron un registro, pues vieron un costal de colores verde, negro y amarillo, cubierto con una cobija.
Cuando el patrullero Rojas Murillo detectó que era marihuana, el conductor bloqueó las puertas del carro, huyó, pero 180 metros más adelante detuvo el vehículo, se bajó y corrió hacia el río Cauca. Lo mismo hicieron el conductor de la moto, que fue perdido de vista, y el parrillero, que sí fue reducido por otro uniformado. El patrullero Rojas se tiró al Cauca y salvó al hoy condenado, pero no pudo hacer lo mismo con Zambrano Rodríguez.
Tras el registro al automotor, las autoridades encontraron dos bultos en la parte trasera de la silla del conductor y otros tres en el baúl. El sentenciado indicó que los de la moto eran sus campaneros, pues le avisaban de los puestos de control que se encontraban desde Corinto (Cauca) hasta Medellín, y que minutos antes les dijeron que por el sector de La Felisa había uno.
Al parrillero de la moto, que no aceptó cargos, se le sigue otro proceso por el mismo delito.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015