Se ahogó al sufrir un ataque de epilepsia

LA PATRIA | Manizales

En pantaloneta, con mordeduras en los labios y la lengua y con agujeros en el rostro fue como hallaron a Néstor David Cortés, de 22 años, después de que lo sacaron con ganchos de un lago, en la finca Las Mercedes, ubicada en el Kilómetro 41.

Los hechos ocurrieron a las 5:00 de la tarde del pasado sábado. Cortés se encontraba en el lugar pescando, pero en medio de la labor sufrió un ataque de epilepsia que lo sumergió a las aguas.

Bernardo Antonio Gutiérrez, padrastro de la víctima, comentó que él estaba con Cortés y tres personas más porque trabajaban en la zona quemando carbón.

"Él dijo que quería ir a pescar para llevar el alimento a la casa. De un momento a otro vimos que se hundió y no volvió a salir. No sabíamos cómo ayudarlo porque él era el único que sabía nadar. Por eso, llamamos a la Policía del 41, a bomberos y luego a la familia en Chinchiná", expresó.

Luis Eduardo Candil, bombero voluntario de Arauca, comentó que al arribar al lugar a las 6:30 de la tarde, se sumergió al lago y empezó a palpar con sus manos y sus pies, debido a la oscuridad del sitio para hallar el cuerpo.

"Lo buscamos hasta las 11:30 de la noche. Hoy (domingo) volvimos a las 8:00 de la mañana y con un tubo que tiene varillas con la punta en forma de gancho, volví a meterme al lago", expresó.

Cuatro buzos del Cuerpo Oficial de Bomberos de Manizales también llegaron al lugar, pero ya el cuerpo de Cortés a las 10:05 de la mañana estaba fuera del lago y en medio de la maleza.

Un buzo explicó que el joven de 22 años tenía en su cara dos agujeros, provocados por los ganchos que usó Luis Eduardo para poder sacarlo del agua. Además, indicó que Néstor David tenía la malla de pescar en la cintura y que había quedado atrapado entre la maleza.

Cortés vivía con su madre y cuatro hermanas en el barrio Jorge Eliécer Gaitán de Chinchiná, y trabajaba en oficios varios. Sin embargo, desde hacía 20 días se había dedicado a la quema de carbón al lado de su padrastro.

Debido a la intensidad del calor y mientras esperaban a la Sijín para hacer la inspección del cadáver, algunos trabajadores de la zona, junto con el padrastro de la víctima, hicieron una cerca alrededor del cuerpo de Cortés y lo cubrieron con hojas para protegerlo del sol.