LA PATRIA | Manizales
Interceptaciones telefónicas de conversaciones entre un cura de 50 años y miembros del frente 47 de las Farc están entre las principales pruebas que la Fiscalía tiene en contra del sacerdote, a quien acusan de ordenar que sacaran a un profesor de Florencia (Samaná).
En una audiencia realizada ayer en Manizales la Fiscalía acusó formalmente al presbítero como coautor de desplazamiento forzado y rebelión, pues tienen testimonios de exguerrilleros que aseguran que el implicado colaboraba voluntariamente con los insurgentes.
El sacerdote se ha negado en dos ocasiones a someterse a una prueba para cotejar su voz con la de las grabaciones y así determinar si es él quien habla. La primera vez le solicitaron que lo hiciera voluntariamente y en la segunda se hizo por orden de un juez.
El proceso en contra del implicado se adelanta debido a una denuncia instaurada en mayo de 2007 por el profesor desplazado, quien asegura que un cabecilla del frente 47 de las Farc, a quien conocen como 'el Paisa', le hizo saber a través de terceros que la orden del cura era desaparecerlo, por lo que debía salir de la población.
El sacerdote era el párroco de la población y además trabajaba como profesor. Entre las pruebas del ente acusador también tienen la condena a un excomandante guerrillero conocido como 'el Zarco', detenido en diciembre pasado y quien aceptó haber desplazado al docente por orden del presbítero.
Más pruebas
La Fiscalía presentará además los testimonios de varios exguerrilleros que aseguran que el implicado colaboraba con las Farc. Dicen que utilizaba el carro de la Parroquia de Florencia para llevarles insumos como armas, municiones y droga. Además, de adoctrinarlos acerca del marxismo y de hacerles brigadas de salud.
Los exguerrilleros también aseveran que se quedaban a dormir en la casa cural con el armamento, que el cura comía en los campamentos guerrilleros y que era muy amigo de alias 'el Paisa'.
La defensa del implicado aseguró que los comandantes guerrilleros tenían amenazado al cura, lo que él denunció en su momento y reconoció que el padre sí tuvo problemas con el denunciante, pero aseguró que fue el profesor quien amenazó al sacerdote con meterlo en la cárcel.
El sacerdote no aceptó los cargos que le imputaron. El proceso en su contra no quiere decir que sea culpable, será un juez quien determine su responsabilidad.
La audiencia preparatoria de juicio está programada para el próximo 25 de junio.
Más denuncias
El sacerdote tiene otro proceso en contra. Un exintegrante del frente 47 de las Farc aseguró que el presbítero participó en el desplazamiento forzado de una líder comunitaria que trabajaba en el 2005 con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en Florencia. Esta acusación tiene al implicado con prisión domiciliaria.
El cura estuvo en la cárcel luego de que lo detuvieron en noviembre pasado por las denuncias del profesor, pero su abogado apeló de la medida y logró su libertad en diciembre, pero en marzo lo volvieron a detener, esta vez en su casa. Por esta nueva acusación la Fiscalía le imputó cargos por desplazamiento forzado agravado en concurso con rebelión.
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