Rodó en su carro y sufrió golpes leves

LA PATRIA | MANIZALES

Los jóvenes que permanecen en rehabilitación en la Fundación Corazón Valiente se convirtieron en los rescatistas improvisados de María Regina Vásquez, de 69 años, pasajera en un automóvil Renault Sandero, que conducía su hijo. El accidente ocurrió ayer en la mañana, en la antigua vía a Chinchiná.

El conductor dejó el carro encendido, lo parqueó a un lado de la vía e ingresó a recoger a un familiar. Como se demoró, la mujer optó por apagarlo, pero sin querer desactivó el freno de emergencia.

El carro se desengranó, pegó contra el borde de un sardinel y salió despedido hacia un barranco rodeado de plantaciones de café, plátano y un guadual.

Alcanzó a caer unos 70 metros, hasta que lo recibió un árbol. A esa hora, los muchachos permanecían en el antejardín de la vivienda y vieron que el carro retrocedía sin conductor. Todos salieron corriendo y tras llegar hasta donde quedó el automóvil accidentado encontraron a la mujer consciente y con algunos golpes.

La sacaron de entre las latas y la subieron hasta la carretera. Integrantes de la Unidad de Gestión de Riesgo (UGR), a través de la Defensa Civil y el Cuerpo de Bomberos, atendieron a Regina, y luego la trasladaron al hospital Santa Sofía.

La señora dijo sentirse bien, pese a algunos dolores leves y un sangrado en la cabeza, pero agradeció a Dios que no le pasó nada grave.