Por riñas del fin de semana en Manizales murieron dos personas

La gravedad de todas las riñas que atendió la Policía en Manizales el pasado fin de semana se reflejó ayer, cuando familiares y amigos sepultaron a Julián Giraldo Zapata, de 22 años, y a Jhon Alejandro Martínez Castaño, de 16. A los dos los hirieron en hechos aislados. El primero en Malabar y el segundo en Minitas.

Tres días resistió Alejandro Martínez

A Jairo Martínez le salen cortadas las palabras, tratando de contener el llanto por la absurda muerte de su hijo Jhon Alejandro. Solo atina a recordarlo como un hijo "muy trabajador, buen hermano y con muchos amigos".

Era notorio ayer en Jardines de La Esperanza, donde la sala 1 y la rotonda de la funeraria estaban llenas de familiares y amigos, dolidos porque en una pelea, por defender a una amiga, perdieron a su ser querido.

Según un amigo del joven, el sábado decidieron acampar en El Morro, como conocen una colina cercana de Minitas. Entre el grupo había una mujer, a quien se le ocurrió, hoy saben que fue un gran error, invitar a su novio, quien se sumó a los demás.

Nadie notó algo raro en el muchacho, aunque su novia si estaba tomada. Al parecer, eso no le gustó a él. Para completar, bajaron a una tienda por una caja de aguardiente. La comisión la conformaron cuatro del grupo: los novios, Martínez y otro.

Se armó la bronca

De acuerdo con lo que le dijeron al amigo de Martínez Castaño, en el camino el novio de la muchacha se puso neurótico y la agredió. En ese momento intervino el joven con reclamos por la agresión a una mujer, pero el encolerizado novio, dicen, sacó una navaja y la hundió en el pecho de la víctima. También hirió en el brazo al otro acompañante y huyó, sin que hasta ayer las autoridades pudieran aprehenderlo.

Arriba nada sabían de lo sucedido. El papá de la víctima fue quien subió hasta donde estaban y les informó que a su hijo lo llevaron grave al Hospital de Caldas.

Según el padre, nunca les dieron grandes esperanzas de recuperación para el menor, porque la herida fue directa en el corazón. El pasado martes, cuando caía la tarde, Alejandro Martínez dejó de existir.

Así se acabó el sueño que el joven tenía de un futuro mejor. Él amaba el trabajo y divertirse con sus amigos. Sin embargo, como venía atrasado en los estudios, un día tomó la decisión de validar en el Instituto Tecnológico, para convertirse en bachiller.

De esta manera, pensaba él, iba a conseguir un empleo mejor en una empresa, comprarse una motocicleta, mejores cosas para él y ayudar a sus padres. Ayer todo ello quedó enterrado en el parque cementerio La Esperanza, donde se cumplieron las exequias.

Lo mataron e hirieron a su novia

La travesía de la muerte de Víctor Julián Giraldo Zapata, de 23 años, comenzó el jueves pasado a la 1:30 de la mañana. Cuando iba para su casa en Malabar recibió varias puñaladas.

Martha Zapata, mamá de la víctima, comenta que su hijo, quien era amante e hincha fiel del Once Caldas, después de disfrutar el partido en el Estadio Palogrande el sábado, se fue a dar una vuelta con la novia al Cable. "Cuando iban llegando de regreso a la casa Víctor se encontró con un amigo y la novia, pero estos estaban como drogados. La muchacha le reclamó a la novia de mi hijo algo, el parcero se metió. Julián les dijo que no discutieran y él sin mediar palabra lo apuñaló. Esta es la única información que tengo, aunque para mí todo fue por atracarlos".

A Giraldo Zapata lo ingresaron al Hospital de Caldas con cuatro puñaladas en diferentes partes del cuerpo, desde ese día estuvo en cuidados intensivos y no volvió a abrir los ojos. Su corazón dejó de latir el martes a las 5:40 de la tarde.

Gol era el sobrenombre con el que lo conocían sus amigos. Su mamá dice que lo recordará como un excelente hijo, el hombre más tierno del universo con su pequeño de un año y su sobrina. En el momento era estudiante de mecánica dental.

Las autoridades investigan la causa de su muerte, pues el único registro que hay es que el jueves pasado, cerca de la 1:30 de la mañana resultó lesionado con arma cortopunzante Víctor Julián Carmona, remitido al Hospital de Caldas. Atribuyen los hechos a una riña. Los agresores están en investigación.