LA PATRIA | MANIZALES
Todo estaba listo para que el fiscal 21 seccional y los defensores de los acusados enumeraran las pruebas que llevarían a juicio. La audiencia preparatoria ante el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Manizales se demoró en arrancar, pues ambas partes se reunieron previamente.
Mientras tanto, en la sala de audiencias, uno de los acusados, de 20 años, les pedía a sus familiares que le dieran comida. La respuesta fue un no, pues los guardianes del Inpec no lo permitirían. "Esto lo van a aplazar", les dijo el otro sindicado, de 18 años, a sus acompañantes. Por fin arrancó la audiencia y antes de que la juez les preguntara a los dos acusados si aceptaban o no cargos (en la de control de garantías dijeron que no), los abogados Rigoberto Tabares y Luis Norberto Hernández solicitaron aplazar la diligencia, pues quedaron en buscar un preacuerdo con la Fiscalía. "Necesitamos reunirnos en la cárcel con nuestros defendidos para concertar con ellos los términos del preacuerdo", expresaron. Por eso, el 4 de noviembre, a las 10:00 de la mañana, será la audiencia de verificación. Por ahora, sin preacuerdo, los dos jóvenes se enfrentan a una pena de 18 años de prisión por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.
Los hechos ocurrieron el 4 de marzo de este año, a las 8:50 de la noche, en la calle 53 con carrera 6ª, del barrio Solferino. La víctima fue James Alzate Arango, de 17 años.
Según la Fiscalía, todo surgió por intolerancia y rivalidades entre combos del sector. Las investigaciones establecieron que los acusados hacen parte de un grupo dedicado a la venta y consumo de estupefacientes, y al uso de armas de fuego para intimidar y ganar jerarquía.
La Fiscalía manifestó que el día del atentado, la víctima estaba en una casa y hasta allí llegaron cinco jóvenes, entre ellos los dos acusados, con el fin de matar al menor de edad. Afortunadamente pudo reaccionar y escapar por una ventana. En la fachada de la casa quedó la evidencia del ataque. La Policía, al oír los disparos, llegó al sitio y detuvo en flagrancia a los dos jóvenes.
Al parecer, se trató de una venganza. El problema arrancó el 28 de febrero de este año, cuando el menor de edad atacó a alias Leito, en Solferino, y le disparó en la cabeza. Estuvo en cuidados intensivos y luego murió.
Los amigos y un hermano de la víctima, al conocer lo que pasó, aparentemente juraron vengarse y por eso irrumpieron violentamente en la casa de la novia del agresor, en donde también estaban una anciana y un niño.
Dos policías que pasaban por el lugar, al escuchar las detonaciones, llegaron al sitio y se enfrentaron a bala con los jóvenes. Ahí detuvieron a los dos acusados y los otros alcanzaron a escapar. Nadie quedó herido.
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