LA PATRIA | MANIZALES
El policía manizaleño Jhony Alejandro Giraldo, quien labora en la sala de cámaras de la Metropolitana de esta ciudad, terminó con 20 años de angustia, sin saber nada de su padre. Por cosas del destino, su progenitor, el exuniformado Miguel Albeiro, hoy con 56 años, cayó en el mundo de las drogas y terminó como habitante de calle.
"Una mujer me contactó por Facebook y me dijo que si yo conocía a Miguel Albeiro, pues andaba buscando a sus hijos porque estaba muy enfermo. Me asombré al ver la foto, creíamos que había muerto. Me explicó que estaba en Medellín y que lo conocía hace ocho años", narró Jhony Alejandro.
El uniformado viajó con su esposa, Alexandra, hasta la capital antioqueña, para tratar de reencontrarse con él y empezar a recuperar esas dos décadas perdidas.
Llegó a Medellín y estuvo en varios sitios de apoyo para estas personas, pues la mujer que lo había visto le perdió el rastro. Finalmente el jueves se pudieron reencontrar.
"Fue mucha la emoción. También zozobra e impaciencia por saber cómo reaccionaría cada uno. Impresionante verlo en ese estado, con esa ropa, peludo, con barba, apoyándose en un tubo para caminar. Él no creía en ese momento. Me lo llevé para el Centro Día con una ropa que le traje y otra que me dio la Policía, que me ha apoyado incondicionalmente", anotó.
Ayer, cuando habló con LA PATRIA, explicó que en la mañana regresó a verse con él y no lo encontró, porque el sitio es muy grande. La zozobra regresó, pero sobre el mediodía lo logró ubicar en la misma parte donde fue el reencuentro.
Le contó que una vez estuvo 15 días sin poder dormir por unos golpes que le dieron en la cabeza y que una vez trataron de matarlo por robarle la plata de un reciclaje.
Ahora piensan en el futuro. Su hijo no quiere dejarlo en el Centro Día, tampoco puede llevárselo para la casa porque requiere de una rehabilitación, pero no tiene el dinero suficiente.
"Busco quién me ayude, sea en Medellín o Manizales, para poderlo internar en un lugar donde se recupere y no se sienta presionado, pues es mucho lo que le tocó vivir en la calle. Tengo familia y debo apoyar a mi mamá con mis dos hermanos que han vivido la misma situación".
Cuando el expolicía se perdió, su hijo estaba recién salido de prestar servicio. Si desea colaborar puede llamar al 3013370630.
Esta familia manizaleña del Bajo Prado no solo ha soportado la situación de Miguel Albeiro Giraldo. Los otros dos hijos también sufrieron problemas y terminaron en las calles. Al hermano del medio lo lograron recuperar, pues deambulaba por Medellín. Incluso, allí se encontró con su papá hace nueve años. Fue una escena muy dura, un momento doloroso.
Jhony Alejandro y su madre lograron traerse para Manizales a ese hermano. Lo asistieron, volvió a la vida normal, pero recayó. Están pendientes de que lo aseguren para que le den una cita médica y lo remitan para la San Juan de Dios o un centro de rehabilitación. El hermano menor pasó por la misma situación y está en La Siria.
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