LA PATRIA| MANIZALES

José Alberto Ospina Arango, de 59 años, terminó seriamente golpeado por pedir un aguardiente. A los dos supuestos responsables de agredirlo los absolvieron en primera instancia, pero en la segunda el Tribunal Superior de Manizales condenó a uno de ellos como responsable del delito de lesiones personales dolosas. Esta es la historia.

Quiero un aguardiente

Los hechos se remontan al 6 de septiembre del 2014, en zona urbana de Pensilvania, frente a la Biblioteca Municipal, entre la 1:00 y 1:30 de la madrugada.

José Alberto salió de Billares Ospina, en alto estado de alicoramiento, se dirigió por la calle del comercio y al observar a algunas personas se acercó y le pidió a una mujer, sentada en el andén, que le regalara un guaro.

Ella le dijo que la estaba confundiendo y José Alberto, al tratar de tomarla de la mano, la hizo caer junto con una garrafa de aguardiente que sostenía. El envase se quebró. Dos jóvenes que estaban con la señora reaccionaron y se fueron contra el “borrachito”, lo arrojaron al suelo y lo golpearon con manos y pies.

José Alberto quedó inconsciente y despertó al otro día en urgencias del Hospital, con desviación del tabique nasal, limitación para elevación y movilización rotatoria del brazo izquierdo, así como escoriaciones en el rostro.

15 días le dieron de incapacidad provisional y como secuela le quedó una leve desviación de tabique nasal hacia la izquierda, que afectó el rostro de carácter permanente.

Siete días después, el 13 de septiembre del 2014, la víctima se presentó ante las autoridades para denunciar, pero advirtió que no se dio cuenta de los hechos por su alto estado de alicoramiento. Lo narrado correspondía a lo que le manifestaron los policías que lo trasladaron al centro asistencial.

El 22 de septiembre del 2016 se adelantó audiencia contra Gerson Andrés Vásquez Mejía, apodado el Argentino, y Óscar Iván Vargas Torralba. El 13 de marzo del 2019 los absolvieron.

La sentencia fue apelada y se demostró que el Argentino fue quien golpeó a la víctima. La otra persona lo que hizo fue tratar de calmarlo para que no lo hiciera.

Pelea

Un testigo relató que se armó una discusión en el sitio, vio a una persona agredir a José Alberto, pero solo escuchaba que le decían el Argentino, quien siempre permanecía con unas gafas transparentes.

“Le dio puños y cuando bajaba la Policía buscó refugio en un hotel. Era peliteñido y tenía un tatuaje en un brazo. Antes de eso había tenido otra riña con otras personas. Esa noche estaba muy alterado”, narró el observador.

El Tribunal consideró que el señalamiento hecho al Argentino tiene su respaldo con las declaraciones dadas por testigos, entre ellos una sobrina del afectado, quien también escuchó que las personas nombraban a ese sujeto como el agresor.

Al condenado le otorgaron la suspensión condicional de la ejecución de la pena por un periodo igual a la sentencia, tiempo en el que deberá demostrar buen comportamiento, presentarse cuando lo requieran y no salir del país.