LA PATRIA | MANIZALES
Un hecho de intolerancia en la madrugada del sábado terminó con dos disparos al aire, dos personas heridas con arma blanca y un agente de Policía involucrado. Eso ocurrió en Risaralda (Caldas).
Según las primeras versiones, un uniformado, de civil, con su arma de dotación y en su día de descanso, tuvo un cruce de palabras con unas personas que departían en la Plazoleta, junto al Hospital San Rafael. Resultaron heridos José Daniel Montoya Manrique, de 27 años y otro señor, de nombre Leo, que fue atendido en el Hospital San Rafael, pero le dieron de alta. José Daniel fue remitido a Manizales por la gravedad de las heridas.
Claudia, hermana de José Daniel, indicó que su hermano bajaba por una calle con cuatro amigos y por ahí mismo subía el uniformado.
"Fue un caso de intolerancia en medio del licor. El policía iba con tragos y llevaba su arma de dotación. Mi hermano y los amigos habían consumido licor, y escuchaban música en un celular. Él les ordenó apagar, que porque eso era escándalo público. Ellos le dijeron que en ese momento no tenía autoridad y que además estaba tomado. Se alteró y respondió que con o sin uniforme ejercía el orden. Sacó el arma, disparó dos veces al aire y cuando la gente se le fue encima para calmarlo usó un arma blanca con la que, en medio del forcejeo, hirió a dos personas, entre ellas a mi hermano", relató.
José Daniel llevó la peor parte con dos heridas: una en las costillas y la otra en el pecho, que es la más grave. Permanece estable en la unidad de cuidados intensivos del Santa Sofía.
El uniformado fue detenido y dejado a disposición de las autoridades. Ayer, en San José, fue la audiencia, quedó libre por falta de pruebas contundentes, pero sigue vinculado al proceso. Claudia, que asistió a la diligencia, aseguró que hay dos videos que ya están en manos de la Fiscalía.
"El abogado del policía pidió que no se incluyera lo del arma de dotación dentro del proceso, pero la Fiscalía solicitó que sí, pues fue accionada. El juez le dio la razón al ente investigador".
La familia del joven herido destacó la disposición del coronel Luis Duarte, comandante de Policía Caldas, para ayudarles y llevar una investigación transparente. Por eso puso a disposición un vehículo para transportarla a Manizales. Además, la Policía de Risaralda entregó el arma blanca involucrada en los hechos.
Francisco Javier Pérez Cardona, alcalde de ese municipio, explicó que la Policía en Risaralda ha hecho un gran trabajo, tanto en temas comunitarios como de movilidad, que era la debilidad.
Manifestó que no se había presentado antes un caso similar, solo los hechos de intolerancia a la hora del cierre de los establecimientos públicos, por el consumo de licor, pero que no pasan a mayores.
Sobre el patrullero involucrado, dijo que lo conoce hace un tiempo y sabe de su buen actuar, pero que es innegable que cuando hay licor de por medio cambian muchas cosas. "Son personas con una formación y revestidas de una institución como lo es la Policía. Por eso queda uno aburrido con este tipo de comportamientos", concluyó.
La familia del herido manifestó que aún no saben si el uniformado será destituido. "Estamos tranquilos. Pusimos toda la fe en Dios para que mi hermano salga bien y así será. Confiamos en la justicia terrenal para el caso del policía, pero también lo dejamos en manos de la justicia divina".
El médico toxicólogo Hugo Gallego explicó que el alcohol causa una depresión descendente del sistema nervioso central. Es decir, bloquea primero las funciones ejecutivas del ser humano, que es lo que tiene que ver con la planificación, el autocuidado y menos control de los impulsos.
"Al bloquearse, queda funcionando un área del cerebro que tiene que ver con las emociones y la impulsividad, que es lo que se llama cerebro primario. Sale el otro yo, el animal que uno tiene y que solo se controla con las funciones ejecutivas del cerebro. Si la persona es intolerante, si es agresiva, eso se muestra sin control. Las señoras me dicen: 'es que mi marido es un amor en sano juicio y un atarbán con tragos'. Yo les respondo, se muestra como es realmente".
El pasado 2 de febrero, LA PATRIA informó sobre una disputa entre policías y habitantes de Risaralda (Caldas) por unos piques ilegales de motociclistas. Un joven denunció que recibió golpes en el pecho, la espalda y las extremidades.
Al patrullero se le sigue la investigación disciplinaria, según la Policía.
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