LA PATRIA | MANIZALES
Leonardo Andrés Trujillo Betancur no aprovechó la oportunidad que le ofreció la justicia de rehabilitarse en su vivienda. Gozaba de detención domiciliaria, pero evadió las reglas y en la Cárcel de Varones de Manizales pagará el resto de su condena.
A este sujeto lo condenó un juez en noviembre del 2012, a seis años de prisión, por asaltar en abril del 2009 un carro repartidor de productos en el barrio Santa Ana, de Villamaría.
La Fiscalía relató que Trujillo, acompañado de otros sujeto, abordó a los vendedores y los intimidó con un arma de fuego para hurtarles el dinero del producido del día. Tras identificarlo y hallarlo culpable por hurto calificado agravado pasó a purgar dos años en la cárcel.
Luego de este tiempo, en el 2014, solicitó el aseguramiento en su residencia y se lo otorgaron, e incluso en el 2015 obtuvo permiso para conseguir trabajo. Sin embargo, el año pasado salió de su casa sin permiso y en noviembre se revocó la medida.
Pero Trujillo siguió prófugo de la justicia, hasta que esta semana investigadores del CTI lo localizaron y lo detuvieron tras una orden de captura que emitió un juzgado de ejecución de penas.
Fuga de presos
Quienes evaden la detención domiciliaria se enfrentan a procesos por fuga de presos. El Código Penal señala: El que se fugue estando privado de su libertad en centro de reclusión, hospital o domiciliariamente, en virtud de providencia o sentencia que le haya sido notificada, incurrirá en prisión de tres a seis años.
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