LA PATRIA | MANIZALES

El papel del Ejército Nacional en el Eje Cafetero está enfocado en apoyar la labor de la Policía, especialmente en la zona rural, para mejorar los índices de seguridad. Así lo explicó en entrevista con LA PATRIA el coronel Hugo Armando Sandoval Villamizar, comandante de la Octava Brigada.

"Hay reducción en delitos de alto impacto como el homicidio, el secuestro y la extorsión. Nuestra principal tarea, ante la ausencia de delincuencia organizada en nuestra zona, es apoyar a la autoridad civil para seguir bajando las cifras en temas como el hurto a personas y a residencias. La Policía no tiene el pie de fuerza suficiente para llegar a las veredas y en eso le ayudamos".

Contra el microtráfico

Sandoval Villamizar reconoció que los grupos criminales en Caldas son de un nivel muy bajo, dedicados al microtráfico.

"En los tres departamentos (Caldas, Risaralda y Quindío) trabajamos en atacarlas con apoyo de la Fiscalía y de la Policía. Es el único flagelo que nos preocupa, pues daña a la juventud. El microtráfico es un cáncer, los jíbaros envician a los más vulnerables y les quitan la esperanza de un futuro".

Sobre el desminado, aseguró que avanzan en Samaná y esperan que el otro año arranquen en Quindío y Risaralda. El Ejército no se disminuyó, se mantiene con la misma planta. Incrementaron un poco en oficiales y suboficiales y la idea es mantener la de soldados.

"Tratamos de hacer el servicio militar más atractivo para los jóvenes. Muchos no vivieron la angustia de la época de la violencia y por eso no ven la obligación del servicio. Por eso reducimos la edad de llamado, aumentamos la remuneración (la idea es llevarla a $350 mil), incentivarlos con capacitación en el Sena y que el caldense preste su servicio en su departamento, cerca de su casa, ayudando a su gente. El trabajo es comunitario y de vigilancia del Parque Los Nevados, de las reservas naturales, entre otros".

Cambio en el Ayacucho

El teniente coronel Juan Carlos Chaparro Chaparro, comandante del Batallón Ayacucho, deja su cargo en próximos días. Anunció que se va a la decimatercera brigada como oficial de operaciones en Bogotá y viene un teniente coronel de la Quinta División.

"En los dos años y medio que estuve en Caldas el balance es positivo. Trabajamos de la mano con Fiscalía y Policía en seguridad. En lo social, con el posconflicto, laboramos de la mano con la comunidad con programas como Pintando Sueños de Paz, proyectos productivos, cuidado del ambiente, entre otros".

Destacó el trabajo en Samaná, con siete unidades de desminado humanitario y que 28 familias retornarán a El Congal. "Con la secretarías de los municipios y el departamento estamos enfocados en campañas con niños, adultos mayores en sitios que fueron afectados por la violencia. Grupos delincuenciales organizados han tratado de ingresar, pero hicimos operaciones para evitarlos. No hay celos de resultados con los demás organismos de seguridad. Lo importante es que se dé sensación de tranquilidad".