LA PATRIA | MANIZALES
Juan Esteban Acosta, de 13 años, acompañó a su padre Uriel a reparar el techo de un edificio en el Centro de Manizales el sábado pasado. Esa decisión le costó su vida, mientras que su progenitor se debate entre la vida y la muerte en el Hospital de Caldas.
De acuerdo con un testigo, al señor, de 49 años, y quien labora como vigilante en la propiedad de seis pisos, en la calle 27 entre carreras 17 y 18, lo contrató un habitante de este para que reemplazara unas tejas que permitieran la entrada de la luz.
Uriel salió de su turno en la mañana y en la tarde regresó a hacer las reparaciones. Cambió un tramo y cuando pensó que ya había terminado su labor, le pidieron que aprovechara para cambiar una teja más. Cuando se volvió a trepar para instalarla, su hijo lo siguió.
La tranquilidad de los vecinos se perturbó cuando vieron unas sombras cayendo. Luego sonó el fuerte golpe. Al asomarse encontraron a padre e hijo tendidos sobre un patio en el interior del edificio. Cayeron alrededor de 15 metros.
Jairo López, director de la UGR, explicó que tras conocerse el accidente, una máquina de rescate y dos ambulancias se trasladaron hasta el sitio. Al menor lo trasladaron a la Clínica La Presentación, pero falleció antes de llegar. A su padre lo enviaron al Hospital de Caldas, permanece en estado crítico.
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