En este sitio fue donde Rubén Darío Blandón Giraldo recibió las 14 puñaladas.
Rubén Darío Blandón Giraldo murió de 14 puñaladas durante una riña con su vecino, porque al parecer uno le robaba energía eléctrica al otro. El agresor está herido.
La pelea en el barrio Aranjuez, de Manizales, ocurrió a las 11:30 de la noche del martes, en la calle 69 con carrera 40A. En el sector cuentan que Rubén Darío Blandón Giraldo, de 42 años, tenía problemas con su vecino, quien lo acusaba de robarle electricidad, pues la factura le estaba llegando muy costosa.
La situación no había pasado de un par de reclamos verbales, pero el martes se fueron a la agresión física y Blandón Giraldo llevó la peor parte.
"Estaba acostada cuando sentí una gritería de hombres, se decían cosas vulgares y se persiguieron por casi toda la cuadra. Luego escuché gritos y al asomarme estaba uno de ellos dándole al otro con un cuchillo", dijo una testigo.
Aseguran los vecinos que Blandón fue hasta su casa y sacó un bate, mientras el otro le salió con un cuchillo. Se desafiaron por la cuadra y cuando llegaron a un plan se atacaron.
Blandón Giraldo quedó tendido en el suelo. Los policías del CAI de Aranjuez asistieron el caso, lo trasladaron agónico al Hospital de Caldas, pero falleció cuando lo atendía el personal médico, debido a la gravedad de las heridas.
Al agresor lo capturaron en el lugar de los hechos, herido de dos chuzadas en la espalda, y lo remitieron a un hospital donde se recupera. Le espera la presentación ante un juez, que decidirá su situación judicial.
Lo que se conoció de la víctima es que era una persona relajada y no se metía con nadie; con el único que tenía problema era con su vecino.
"La comunidad está muy consternada con el hecho, pues muchos niños vieron lo que pasó y eso no es ejemplo. Primero, por la escena y segundo, porque eso nunca pasa por esta cuadra", aseguró un habitante de Aranjuez.
La ropa de Óscar López Mejía, de 53 años, estaba al lado de su cuerpo desnudo y con una herida de arma blanca en el corazón. Ayer a las 3:30 de la tarde reportaron el hallazgo del cadáver en el barrio Los Mangos, de Chinchiná.
López padecía alteraciones mentales por lo que sus familiares le pagaban una habitación en donde vivía sólo. Las causas de su muerte violenta son investigadas por las autoridades. Era casado y tenía cuatro hijos, entre ellos una menor de ocho años.
La víctima era natural del corregimiento de Arboleda (Pensilvania), de donde salió desplazado por el conflicto armado.
Se dedicó a la agricultura, pero dejó de cultivar cuando salió de su pueblo hace ocho años. Hoy se cumplirán sus exequias.
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