LA PATRIA | ANSERMA
El teléfono de Nelly Arcila, en la vereda La Loma, de Anserma, no paraba de sonar el pasado viernes. Cuando contestó, escuchó la voz angustiada de su hermano Hernando, de 78 años, quien horas antes salió a cazar a un monte cercano con el esposo de la mujer, Mario Bañol, y dos perros.
La llamaba a pedirle auxilio, pues un enjambre de abejas africanizadas los atacó. De inmediato, ella llamó a su marido y le pidió que fuera hasta el sector de La Cruz, en donde ocurrió el ataque.
Mario lo llamó al celular, pero esta vez no contestaba, por lo que decidió ingresar guiado por los ladridos de un perro. Le siguió marcando y lo halló gracias al sonido del timbre. Encontró a Hernando sobre la maleza y con muchas abejas a su alrededor
Luego se cubrió con un costal, improvisó una antorcha y arrastró a su cuñado lejos del lugar, aunque también recibió algunas picaduras. Lo trasladó, con ayuda de otras personas, al servicio de urgencias, pero ya no tenía signos vitales.
Los perros que los acompañaban también sufrieron con los aguijones, pero sobrevivieron.
William Benjumea, conductor de la vereda y que ayudó a rescatar a Hernando, sostuvo que él era un ciudadano muy conocido y apreciado en la vereda La Loma. Su afición era perseguir guatines y otros animales de monte.
Las exequias del hombre se cumplieron el sábado en el templo de Santa Bárbara de Anserma.
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