
LA PATRIA | MANIZALES
Una denuncia del 2016, en Santa Rosa de Cabal, fue clave para que el CTI y la Sijín del departamento de Risaralda emprendieran una investigación para dar con una banda dedicada al hurto en varias ciudades, entre ellas Manizales.
Se trata de una modalidad poco conocida y difícil de seguir sus huellas. Sin embargo, la queja del 30 de diciembre de ese año permitió capturar, dos años después, al cabecilla de la organización y a sus cómplices.
Los hoy detenidos perseguían mercancía valiosa. De forma hábil engañaban a los transportadores y a los empleados de los almacenes al momento del descargue de algún cargamento, pues uno o dos de ellos participaban en la actividad sin identificarse y de esta forma confundían. Los del almacén creían que eran de la empresa de transporte y los del camión pensaban que eran del almacén.
Cuando los transportadores terminaban de descargar y se iban, llegaba otro camión parecido, con otros trabajadores. Entre ellos estaban quienes minutos antes participaron del descargue, quienes con excusas como que la mercancía estaba averiada o que no era para ese local se la llevaban y coronaban el hurto.
La Fiscalía vinculó a las personas capturadas en cuatro robos.
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