LA PATRIA | MANIZALES
"Todavía tengo momentos en los que me invade la tristeza y lloro: cuando me baño y me toco las heridas, cuando salgo a la calle y temo que me pueda pasar algo peor y, sobre todo, cuando me cuestiono por qué a mí y no encuentro la respuesta". Paula Andrea Sánchez Villegas cuenta de los traumas y los interrogantes que le quedaron desde el pasado 15 de abril, cuando una mujer en Manizales le tiró ácido y le quemó parte de su cuerpo.
Todo el dolor que ha sentido y vivido esta madre de dos adolescentes, no la derrumba. Por el contrario, ha sido su empuje y fortaleza para seguir adelante con su vida e incluso ha hecho cosas que antes no estuvieron en sus planes: ser la vocera en Caldas de la Fundación Natalia Ponce de León.
Al recordar aquel miércoles a las 7:15 de la mañana, cuando salió de su casa en el barrio Las Colinas, rumbo al paradero de buses, Paula manifiesta que se le acelera el corazón, sus manos sudan y se le encharcan los ojos.
Al describir el momento en que la atacaron con ácido, se le vienen a la mente el ruido de una moto, en la que iban dos mujeres, y una de ellas le dice: "¡Paula, aquí le mandaron!", y la desagradable sensación de sentir un líquido extraño en su cuerpo.
"Pensé que era agua u orines, pero jamás ácido. Al estar mojada me devolví para la casa a cambiarme, pero mi mamá me hizo ir al médico al percatarse de que era un químico. En ese momento quedé en shock, los médicos y las autoridades me preguntaron sobre lo sucedido y no me salió ni una sola palabra", expresó la mujer.
Desde ese día la vida de esta manizaleña de 35 años tuvo un giro de 180 grados. De levantarse todos los días a despachar a sus hijos al colegio y luego irse a trabajar, pasó a madrugar al hospital a que le hicieran la curación de sus heridas de segundo grado en el seno izquierdo, rostro y una pierna. De caminar tranquila y serena por las calles, a mirar para atrás cuando siente que alguien la sigue o a depender de que un conocido la acompañe a realizar sus diligencias, porque teme salir sola. De dormir plácidamente cada noche, a desvelarse porque siente dolor en su cuerpo y en su alma.
"Ha sido un proceso difícil, doloroso y largo”, dice. Se le cayeron el cabello y las uñas. Hubo momentos angustiantes en los que quiso morirse, pero ese dolor se transformó en fortaleza para superar sus temores y querer ayudar a las mujeres que pasan por lo mismo, y que les da miedo hablar, denunciar y hacerse respetar.
“Reconozco que fui víctima del ácido, pero como me han enseñado ahora, soy una sobreviviente. Aunque las cicatrices están ahí para recordarme la maldad de la gente, estoy muy bien y entusiasmada con los nuevos proyectos".
Natalia Ponce de León, otra sobreviviente del ácido, contactó a Paula por medio de las redes sociales. Luego de intercambiar experiencias le dio moral y le dijo: "Paula, por lo menos podemos comer, podemos ver, oler, tocar".
Esto llevó a la manizaleña a reaccionar y a salir de ese mundo de sufrimiento y temor en el que se encontraba. Se armó de valor y agradeció a Dios porque sus lesiones en el rostro eran superficiales y no le impiden llevar una vida normal. Desde ese momento Paula Andrea se vinculó a la Fundación Natalia Ponce de León. Ha recibido asesoría médica, psicológica y psicosocial.
"La semana pasada estuve en Bogotá en un convenio que se firmó entre la Universidad del Rosario y la Fundación, el cual trae muchos beneficios para nosotras, como el acompañamiento de profesionales. Ahora mi interés se enfoca en ubicar a aquella mujer, en cualquier rincón de Caldas, que necesita ayuda y quiera hacer parte de este grupo", explica Paula.
"Me tocaron la piel, pero no mi esencia. Me volví más fuerte y quiero luchar por mis derechos y el de las mujeres maltratadas".
Paula Andrea labora como auditora de calidad en un taller de zapatos. Días después del ataque denunció a su expareja de dos años y a una mujer, ya que tiene indicios de que ellos tuvieron que ver con la agresión. Sin embargo, el caso está en investigación. Desde que ella dejó a su compañero, su vida ha sido un infierno.
"Viven acechándome, molestándome y llamándome. Desde enero del 2015 que me separé he tenido que demandar y pedir medidas de protección". Conserva fotografías de los mensajes que él le envía, donde se evidencia que no la ha dejado de buscar y que la acosa para que vuelvan. Una mujer también hace parte de esos ataques por celular.
"La vida sigue, lo único que deseo es que mi caso no quede impune, que se haga justicia, tengo fe de que en algún momento regresará la tranquilidad para mi familia y para mí. Agradezco a mis hijos, a mi madre, a mis compañeros de trabajo y a todos los de la Fundación por el apoyo que me han brindado durante este tiempo", dice Paula.
Según la Presidencia de la República, en los últimos 10 años, 526 mujeres han sido víctimas de ataques con ácido en Colombia. En Caldas hubo 2 casos en el 2015: un hombre y una mujer. En lo que va del año hay reporte de un hombre quemado, en Manizales.
- Quitarse la ropa de inmediato
- Lavar la zona afectada con abundante agua y bicarbonato
- También puede lavar la piel con leche
- Luego de que los especialistas la revisen siga cuidadosamente las indicaciones para evitar infecciones en las heridas.
Si alguna mujer ha sido una sobreviviente de ácido y quiere hacer parte de la Fundación Natalia Ponce se puede comunicar con Paula al número celular 3115785286.
En marzo del 2014, Jonathan Vega atacó con ácido a Natalia Ponce. Este hombre, quien afronta un juicio, llegó a la portería del edificio donde vive la mamá de su víctima y con engaños logró que Natalia bajara a atenderlo. Tuvo quemaduras de tercer grado en su rostro y otras partes de su cuerpo. Se convirtió en el símbolo de las mujeres que sobrevivieron a ataques con químicos.
La Ley Natalia Ponce fue sancionada el pasado 18 de enero
-La pena mínima por delitos con sustancias químicas se fija en 12 años si causa daños a la persona, con multas entre los 77 millones y 161 millones de pesos. En caso de que el ácido no genere daños en la víctima, la pena se rebajaría a un máximo de cinco años.
- Si el ataque causa daño funcional o la pérdida de una parte del cuerpo, de 21 a 30 años de prisión y una multa de 644 millones a 1.932 millones de pesos.
- Si el ataque afecta al rostro o se efectúa contra una mujer o menor de edad, de 16 a 45 años.
- Cuando el ataque causa la muerte de la persona, de 33 hasta 50 años de cárcel, el máximo.
- Enero 4 de 2016
Jorge Andrés Díaz sufrió quemaduras de segundo grado en su brazo y pierna derecha, después de que un desconocido le tiró ácido cuando estaba en el Alto Tablazo, de Manizales. Según las investigaciones, lo atacaron por una deuda. El caso está en indagación.
- Abril 15 de 2015
A Paula Andrea Sánchez le arrojaron una sustancia que le provocó quemaduras de segundo grado en la pierna izquierda, seno izquierdo y en el rostro. El motivo sería pasional. Indagación.
- Marzo 30 de 2015
Al mototaxista Óscar Javier Morales, de 27 años, lo atacaron con ácido en el sector de Partidas, a cinco minutos de Riosucio. Al parecer, por no dejarse robar. Indagación.
- Mayo 17 de 2014
Elvia Amaya Ruiz, de 52 años, fue víctima de un ataque en Manizales y resultó con el rostro quemado. Caso archivado.
- Abril 6 de 2014
Luz Adriana Jurado Valencia, recicladora de 43 años y natural de Manizales, resultó quemada con ácido en Soacha (Cundinamarca). La agredió otra mujer, al parecer, por líos pasionales.
- Julio 20 de 2013
María Carolina Rodríguez Osorio, de 30 años, una mujer sordomuda, fue atacada con ácido cuando salía de su casa en Villamaría. Caso archivado.
- Mayo 9 de 2013
Sandra Patricia Osorio, de 34 años, ha sido quemada con ácido dos veces, al parecer, por su expareja sentimental, a quien abandonó porque la maltrataba. Sucedió en Manizales. Caso archivado.
- Febrero de 2013
Lina López fue atacada con ácido y sufrió lesiones en la espalda, el cuello y el rostro. Los hechos ocurrieron en el barrio Comuneros. Al parecer, el ataque fue por un problema pasional. El hombre vinculado al caso lo absolvieron, mientras que una mujer está en juicio.
El 1 de marzo la expareja de Paula la buscó para que volvieran pero como ella se opuso, según la víctima el hombre la golpeó. La mujer lo denunció y él también. El pasado 10 de marzo los citaron a audiencia, en la primera que fue a las 3:30 p. m., le imputaron cargos a Paula por lesiones personales, ya que según el hombre ella lo agredió. Media hora después le imputaron el mismo delito a él. Ninguno se allanó a cargos.
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