LA PATRIA | MANIZALES

Los dos sicarios estuvieron hablando con Jhony León Román Panesso, el pasado miércoles. Según las autoridades, llegaron hasta el lavadero Maltería Carwash, de la Zona Industrial de Manizales, a cobrarle una vieja deuda. En la mañana de ayer regresaron al sitio y esta vez los ánimos se alteraron. La Policía explicó que los testigos afirman que discutieron, los dos motorizados sacaron sus armas de fuego y le dispararon a Román Panesso, que minutos después falleció en la clínica San Marcel.

En el hecho, ocurrido en el parqueadero del lavadero, también falleció el exjugador del Once Caldas Jaime Eduardo Castaño Bedoya, de 44 años, conocido como Lalo, administrador del sitio. Un tiro acabó con su vida. Santiago Román García, jugador de las divisiones menores del Once Caldas, e hijo de Román Panesso, resultó herido en un hombro, fue trasladado a San Marcel, pero ya está bien.

En moto

Vecinos del sector indicaron que los dos homicidas se movilizaban en una moto Pulsar. Ayer la Policía aplicó el plan candado para dar con los responsables, pero hasta el cierre de esta edición no se tuvieron resultados. Román Panesso, de 42 años y dueño del lavadero, ya se había salvado de morir. El 12 de junio pasado se movilizaba en un Mazda 2, de placas HHW390, de Manizales, cuando sicarios en moto se le atravesaron. Uno se bajó y le disparó. El vehículo tenía 13 perforaciones de bala.

Román Panesso también alcanzó a dispararle a su verdugo, avanzó en su vehículo, herido, aproximadamente un kilómetro y se orilló unos 500 metros adelante de la fábrica de gaseosos Postobón. Un taxista lo trasladó a la Clínica San Marcel con dos heridas en el pecho.

Al atacante lo detuvieron horas más tarde, pero quedó libre porque la víctima no pudo reconocerlo, no le hallaron el arma, ni restos de pólvora. Además, la familia no quiso denunciar, por más que la Policía les insistió. "Le dijimos al hijo del hoy fallecido que nos contara detalles de lo que pasó, para hacer la investigación, pero no quiso hacerlo", manifestó ayer el coronel Mario Fernando Guerrero Fonseca, comandante de la Policía Metropolitana.

Primer aviso

Días después del primer atentado, la esposa del comerciante dijo que desde hace 15 años eran comerciantes en Urabá y que el atentado no fue por un supuesto ajuste de cuentas, sino por robarle.

Guerrero Fonseca explicó que Román Panesso tenía un escolta, pero que en el momento del homicidio no estaba con él. "Ese escolta tiene varios antecedentes judiciales. Por el dueño del lavadero estaban pagando mucho dinero, por eso se habían refugiado en Manizales hace cerca de dos años, provenientes del Urabá", añadió. En el sector no hay cámaras de seguridad.

El empresario

Francisco Cortés, técnico del equipo sub-20 del Once Caldas, recordó a Román Panesso como un excelente ser humano, trabajador, sociable y poco ostentoso.

"Con Javier Ospina tenemos un equipo de veteranos y Jhony jugaba ahí. Era muy amigo de los partidos de recocha. Tenía negocios en el Urabá: hotel, montallantas, entre otros. Muy hogareño, de poco rumba. Con el equipo Copacabana ganamos hace 15 días el sabatino de La Enea", explicó.

Añadió que lo conoció gracias a que su hijo Santiago se presentó a una veeduría en el Once y fue seleccionado. Luego otro hijo se presentó. "La esposa de Jhony decidió venirse a vivir a Manizales para cuidarlos y arrendaron una casa en el conjunto donde vivo. Ahí nació la amistad hace cuatro años. Nunca habló de amenazas".

El exjugador

La otra víctima fue Castaño Bedoya, que laboraba con Román Panesso. Lalo jugó con todos los seleccionados de Caldas y actuó con el Once Caldas desde finales de los 80 hasta comienzos de los 90. Era delantero.

Jaír, uno de sus 14 hermanos, lo recordó como buen hijo, trabajador y padre. Tenía dos hijos pequeños. "Era humilde, sencillo y noble. Hace unos dos años tuvo dos negocios: Pataconia y el Restaurante Milán. Administraba ese lavadero hace cinco meses. No fumaba, ni tomaba, era juicioso, oraba y leía la Biblia todos los días".

Jaír recordó que hablaban a diario y que el miércoles le dijo que esperaba verlo pronto, pues anda por Montería.

La cifra

$40 millones, lo que le habrían pagado al primer sicario por asesinar a Jhony León Román Panesso.