A mansalva le quitó la plata del café a un campesino en Pensilvania

LA PATRIA| MANIZALES

A Gustavo Andrés Ocampo Morales lo condenaron inicialmente por hurto calificado agravado y lesiones personales. Su abogado apeló de la sentencia ante el Tribunal Superior de Manizales y lo absolvieron por el segundo delito. Así las cosas, la pena le quedó en 12 años de prisión.

La condena de primera instancia la emitió el 27 de febrero de 2020 el Juzgado Promiscuo Municipal de Manzanares. Le dio 12 años y dos meses.

Los hechos se remontan al 1º de diciembre de 2018, cuando el adulto mayor José Juan Delgado Quintero se movilizaba a pie hacia su casa, ubicada en la vereda Verdal Alto, del corregimiento de Arboleda (Pensilvania).

A punto de llegar a su destino fue abordado por Gustavo Andrés, quien de manera violenta lo golpeó en el rostro, desestabilizándolo para robarle el dinero. Se le abalanzó, lo lesionó con una navaja en ceja y antebrazo, además lo intimidó para que no hiciera repulsa, ni denunciara lo sucedido.

La víctima, al día siguiente, acudió a recibir atención clínica, y fue valorado. Le dieron 7 días de incapacidad médico-legal definitiva. Supo quién fue, pues se trataba de un vecino.

El abogado del condenado quiso demostrar que la víctima, para el momento de los hechos, estaba bajo los efectos del alcohol, la visibilidad del lugar estaba afectada, como quiera que la lámpara estaba ubicada a dos cuadras y además llovía fuerte. "Todo eso entorpecía su capacidad de percepción, lo que quedó verificado en el juicio oral, en el que no recordó ni la fecha de los hechos".

“Desde pequeños nos hemos conocido mucho, nos hemos distinguido”, explicó el afectado, al aclarar por qué reconoció al atacante. El Tribunal aclaró que la violencia que afectó la integridad física de José Juan fue la misma tenida en cuenta para calificar el hurto, por eso absolvió al procesado del otro delito.

La frase

"Cuando una persona es atacada de manera violenta y sobrevive para contarlo, su relato resulta de suma relevancia dentro del proceso penal, pues se trata del testigo presencial protagonista de la acción cometida, que ha tenido sus sentidos al servicio de la visualización de los pormenores y, por tanto, de la reconstrucción fehaciente de lo acontecido". Tribunal.