La intolerancia acabó con los sueños que tenía Luz Andrea Muñoz Cardona, de 35 años, de sacar adelante a sus dos hijas. Quería verlas como profesionales y a punta de vender boletas, cadenas, pulseras y aritos en la Galería, lo iba logrando.
La mayor ya estaba en la universidad y la otra terminaba el bachillerato. El 11 de febrero del 2016, un hombre mató esas ilusiones. Cuando le cobraba $5 mil de una boleta a una persona de un puesto de verduras, un desconocido llegó y la apuñaló en el hombro y en el pecho. La reconocían como trabajadora, dedicada a sus hijas y amiguera.
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