Los muertos del Lago Balsora estaban atados de pies y manos

Una llamada alertó el pasado martes a las 5:30 de la tarde a los uniformados de la Estación de Policía de Chinchiná. La información indicaba que en la parte sur del Lago Balsora, sitio entre este municipio y Palestina, había el cuerpo de un hombre que flotaba.

Los policías acudieron al lugar junto con Bomberos, hallaron el cuerpo y cuando daban aviso a las demás autoridades encontraron otro. Ambos correspondían a hombres, estaban atados de pies y manos y no presentaban señales de tortura. Hicieron el levantamiento y los llevaron a la morgue de Chinchiná.

Una de las hipótesis que manejaron las autoridades fue que el primer cuerpo podría pertenecer a Rafael Alberto Corrales, de 40 años, quien desapareció el sábado pasado en Villamaría. Sus señales se asimilaban a las del hombre buscado.

Del segundo ciudadano se supo que tiene cerca de 30 años, es de estatura media, contextura gruesa y cabello corto.

A Pereira

Según Medicina Legal la necropsia de ambos cuerpos tiene un protocolo especial por la forma como fueron encontrados. Se deben buscar si tienen heridas ya sea por arma de fuego o cortopunzante, si murieron ahogados o si habían muerto antes de caer al agua. Por esta razón los trasladaron a Medicina Legal de Pereira.

Los familiares de Rafael Alberto Corrales viajarán a esta ciudad. Ayer las autoridades de Chinchiná presumieron que los cuerpos pudieron ser arrojados desde el sector El Chispero, que es un sitio que vierte aguas al Balsora. Este lago tiene cerca de 700 mil metros cúbicos y en su parte sur, donde estaban los cuerpos 17,4 hectáreas. 

Antecedente

En septiembre del 2005 las autoridades hallaron el cuerpo sin vida de un hombre de unos 23 años de edad, aproximadamente, quien al parecer murió por inmersión en el Balsora. Se investigó si la muerte fue accidental o si correspondía a un crimen o suicidio.