LA PATRIA | MANIZALES
"Lo que hice no fue por deporte", fue la primera frase que pronunció anoche, al entrar a la audiencia de control de garantías, el hombre, de 24 años, que generó temor con un arma el pasado martes en el barrio Palermo. Él disparó un fusil, a diestra y siniestra, luego de arrebatárselo a un cabo del Batallón Ayacucho.
El joven, oriundo de Norcasia, se intimidó con la presencia de los medios de comunicación en la sala. Por eso levantó su brazo derecha, estiró una mano y señaló a los periodistas. "No quiero que esto salga en la televisión. Medio Manizales no me quiere y eso que estoy recién llegado acá". Luego, su abogado pidió el retiro de los comunicadores, aduciendo que se veía amenazada la integridad de su protegido.
El Juez primero penal de control de garantías de la ciudad accedió a la solicitud. En la audiencia, el sindicado no aceptó cargos por hurto y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares, pero dos horas y media más tarde lo enviaron para la Cárcel La Blanca, pues lo consideran un peligro para la comunidad.
"La defensa pidió declararlo inimputable, pero no hay un dictamen de un siquiatra forense que así lo diga, por lo que se le señaló como alguien que comprende lo que hizo. Si más adelante se comprueba lo contrario, se modificará la medida", explicó la fiscal 20 seccional URI.
Según se conoció ayer, este sujeto se acercó a la guardia del Batallón para solicitar autorización para un servicio de sanidad, pero como se lo negaron, quiso ingresar a la fuerza, forcejeó con unos soldados y en medio de eso le arrebató el fusil a un cabo del Ejército.
Disparó y salió hacia la carrera 25 con calle 69. Impactó las ventanas de varios apartamentos del sector y finalmente fue reducido dentro de una panadería, donde alcanzó a disparar en dos ocasiones.
Ayer se supo que se desempeñó hasta abril pasado como soldado profesional, adscrito a una base militar en Norcasia, pero le dieron la baja por problemas psicológicos. Al parecer, se acercó al Batallón para pedir un servicio médico, desconociendo que ya no tenía derecho a ellos.
En la audiencia también se conoció que el pasado 5 de agosto le robó la moto a una mujer en Manizales, lanzándosele encima, lo llevaron a audiencia de control de garantías ante el Juzgado Cuarto y le mandaron un examen siquiátrico que, al parecer, no se realizó.
También, que un hermano estuvo el martes en la URI de la Fiscalía y manifestó que era una persona muy agresiva. Incluso, durante la audiencia de ayer se mostró así al principio con el Juez, cuando le pidió identificarse, cosa a la que se negó. Exigió el retiro de los periodistas, pues consideró que querían hacer negocio con su caso.
Luego, se enojó con el representante de la Procuraduría, porque le dio a entender que se hacía el "loco", por lo que le contestó que "le diera la medicina para no hacerlo". Tres policías debieron pararse al lado del sindicado.
El hombre tiene una cicatriz en su cabeza, una costilla afectada y la uña de un dedo larga y quebrada, con la que se hacía daño en otro de los dedos durante la diligencia.
El sujeto se enfrenta a una pena entre 11 y 17 años de prisión por los dos delitos.
El coronel Germán Puentes, comandante de la Octava Brigada del Ejército, explicó que adelantan las investigaciones para establecer las posibles responsabilidades de los soldados de la guardia en el hecho y determinar qué sanciones se aplicarían. El uniformado al que le quitaron el fusil es un cabo, oriundo de Bogotá.
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