
LA PATRIA | MANIZALES
Un cruce de miradas tiene hoy a una persona muerta y a otras dos encerradas. El caso ocurrió el 1º de noviembre del 2015 en una vereda de La Merced.
Esa madrugada había fiesta en el sector. Entre los asistentes estaban Alejandro Hinestroza Ocampo y Ánderson Marulanda Colorado, quienes miraron a una mujer que acompañaba a los hermanos Diego Armando y Édison Amaya Cano. Estos últimos respondieron atacándolas con arma blanca. Ambos quedaron heridos, pero la peor parte la llevó Ánderson, que falleció el 14 de ese mes en el Hospital de Caldas.
Las autoridades empezaron con la investigación y gracias a la información de testigos pudieron determinar que los hermanos Amaya Cano eran los responsables, pues Diego le entregó un arma blanca a su hermano Édison para que atacara a las otra dos personas.
La Policía Metropolitana de Pereira los capturó en enero del año pasado, en esa ciudad, donde se escondían. Los agarraron en la Terminal, cuando pretendían irse para Bogotá. Ese día los llevaron a audiencia por homicidio agravado y lesiones personales agravadas. Negaron cargos, pero los mandaron para la cárcel.
En mayo, cuando arrancaría el juicio, se le comunicó al juez que se llegó a un preacuerdo en el que los acusados aceptaban los cargos aduciendo que los hechos ocurrieron en estado de ira. La condena fue de ocho años y ocho meses con detención domiciliaria. La defensa de la víctima no estuvo de acuerdo, por lo que apeló ante el Tribunal Superior de Manizales, que finalmente ratificó la sentencia.
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