LA PATRIA | MANIZALES
A Chato, un habitante de calle, lo han capturado 17 veces por hurto, según la Policía de Manizales. La última vez ocurrió el pasado sábado en el barrio Altos de Capri, en límites con Peralonso y El Caribe.
Pero no solo se dedicó a robar, sino que últimamente lo empezó a hacer con violencia, intimidando a sus víctimas con armas blancas. El hombre, de 32 años, tenía su cambuche en este sector y lo consideraban como el terror o un dolor de cabeza.
Así pasó el día de su captura. Chato llegó hasta una clínica veterinaria, amenazó a los empleados con un cuchillo y los obligó a entregarle el dinero y otros elementos propios de la labor diaria de los empleados.
Un testigo avisó a la Policía del asalto y cerca del sitio una patrulla de la Sijín lo detuvo. Mientras lo esposaban y esperaban para transportarlo, un grupo de vecinos intentó agredirlo.
La Policía de Manizales explicó que a Chato lo buscaban para que responda por otras denuncias de hurto que tiene en su contra. En febrero pasado se efectuó su última captura, lo presentaron ante un juez, pero lo dejó en libertad.
Sin embargo, esta vez la historia cambió. Los investigadores expusieron los antecedentes con los que cuenta este sujeto y demostraron, con testimonios de afectados, la violencia que ejerció últimamente sobre sus víctimas, por lo que lo enviaron a la cárcel. Aceptó los cargos.
Tanto comerciantes como transeúntes denunciaron ser víctimas de Chato. Los sitios preferidos de este para robar eran Peralonso, El Caribe y Altos de Capri. A los trabajadores de la veterinaria les devolvieron los elementos hurtados.
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