Lo encontraron muerto y semidesnudo en vereda de Villamaría

Q'HUBO | LA PATRIA | MANIZALES

Diez días de calvario vivió la familia de Carlos Fernando Ramírez Ceballos, tras su desaparición el 3 de diciembre y el pasado jueves, cuando encontraron su cadáver en la vereda Los Cuervos de Villamaría.
Las causas del deceso de el Niño, como lo llamaban en la casa, no son claras. Según Dora, una tía de Carlos, él era un hombre trabajador, callado y sin conductas extrañas como para perderse tanto tiempo.
La familiar cuenta que ese 3 de diciembre el Niño estuvo en la casa con su mamá y su pequeño de 8 años. "Estaban ahí cuando un tipo llegó en una moto y lo llamó. Carlos dijo que ya venía, que iba a arreglar una gotera".
La víctima le dio un beso al pequeño y le dijo que lo quería mucho. Se fue y nunca llegó a dormir.
Al notar que no había regresado, su mamá se preocupó y fue a la Sijín de Chinchiná a poner la denuncia. Según la familia, allí no la recibieron y les dijeron que fueran a otro lado a ponerla; les dijeron que fueran a Manizales.
Ellos no viajaron, esperaron ocho días y el miércoles 12 de diciembre denunciaron la desaparición ante el CTI de Chinchiná.

El hallazgo
Según el reporte de la Policía, al mediodía del jueves el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) hizo la inspección técnica a un cadáver en la vereda Los Cuervos de Villamaría, en el sector conocido como La Nevera.
El sujeto portaba documentos con el nombre de Carlos Fernando Ramírez Ceballos, de 32 años. Estaba en un canal de aguas, semidesnudo y en avanzado estado de descomposición.
El reporte indica que no presenta aparentes lesiones o signos de violencia. Los familiares, sin embargo, esperan el resultado de la necropsia para saber qué fue lo que le pasó.