LA PATRIA | MANIZALES
Hace 64 años, Rubén Alcalde nació en Supía, pero desde los 22 se fue a vivir a Marsella (Risaralda).
Allí, la familia de Abelardo Guarín lo acogió y le dio trabajo en el campo. De él solo sabían que tuvo dos hijos, pero no dónde. Nunca salió de ese municipio, se dedicó a laborar y lo fines de semana se iba para el pueblo a tomar licor con sus amigos.
En la pesca, otra de sus aficiones, encontró la muerte la semana pasada. Desde el domingo 8 de julio le perdieron el rastro. Ese día, aprovechando el descanso, se fue a pescar al río Cauca, sector La Miranda. Un remolino lo arrastró.
"Fuimos hasta donde tenía la mochila. Ahí hay un resbaladero que va a dar al agua. Llamamos a Arauca, a Irra, pero nada del paradero de él", explicó Abelardo.
La única descripción que pudieron dar era que portaba unas botas negras y que habitaba en la vereda Buena Vista.
Abelardo pidió permiso en el trabajo y se fue para el sector de La Miranda a buscarlo. No lo encontró, pero sí sus artículos personales: el bolso, su almuerzo empacado y un pescado que ya estaba podrido y que al parecer atrapó
temprano.
Abelardo estaba seguro de que Rubén se había ido al río, pues al lado de sus pertenencias había marcas de una caída.
Denunció la desaparición y solo el pasado miércoles se enteró sobre el hallazgo de un cuerpo en Palestina. Lo reconoció por unas botas negras que no se quitaba.
El jueves reclamó el cuerpo de su amigo, lo trasladó a Marsella y lo sepultó, pues no hubo tiempo de velarlo porque estaba descompuesto.
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