Llevaba 600 kilos de marihuana y quería domiciliaria

A Juan Carlos Mora Restrepo, de 55 años, le esperan 64 meses de prisión por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, en la modalidad de transportar. En un carro llevaba 676 kilos de marihuana. Así lo estableció el Juzgado Penal del Circuito de Riosucio esta semana.

El sentenciado, natural de Ibagué, pidió, a través de su abogado, que le dieran domiciliaria, pues tiene dos hijos por los que debe responder, debido a que su esposa se fue para Madrid (España). El Juzgado, luego de las verificaciones, le negó la solicitud. Pagará la pena en la cárcel de Anserma.

Hechos

A Mora Restrepo lo pillaron el 6 de junio pasado, a la 12:00 de la noche, cuando uniformados de la Policía de Carreteras hacían un retén en la vía que de la Yé de Cerritos conduce a Cauya, sector peaje de Acapulco.

En el tractocamión iban Mora Restrepo y otro sujeto. Los agentes observaron un abultamiento en la parte superior de la carpa y, al verificar, se encontraron con 1.374 paquetes de diferentes tamaños, con envolturas de colores. Eran 676 kilos de droga.

A los detenidos los llevaron ante un juez y no aceptaron cargos. Los mandaron para la cárcel. El otro señalado hizo un preacuerdo. Mora Restrepo se fue a juicio, pero el 28 de noviembre, se presentó un preacuerdo, en el que pasaba de autor a cómplice. Obtuvo rebajas. De paso, se compulsaron copias para investigar el delito de falsedad marcaria, pues los datos de identificación del tractocamión involucrado estaban modificados y/o adulterados.

Mora Restrepo no se hacía merecedor a la suspensión condicional de la ejecución de la pena, pues la condena supera los cuatro años y delitos como el tráfico de estupefacientes impiden dar beneficios.

A la cárcel

Sobre la domiciliaria por ser padre cabeza de familia, el Juzgado aclaró que el simple hecho de que tenga hijos menores de edad (14 y 7 años), sumándole informes socio-familiares detallando las condiciones económicas y modo de vivir, no significa que deban otorgársela.

En este caso, anotó, las circunstancias narradas, de principio, podrían acomodarse a la figura jurídica pretendida por el defensor, pero "no se pudo comprobar un total abandono de los niños, de quienes actualmente es responsable su abuela materna, más cuando las dos residencias en las que supuestamente viven los menores se hallan a escasos metros de distancia".

De otro lado, el procesado cuenta con otros 4 hermanos, quienes tendrían el deber moral y legal de velar por el bienestar de sus padres.

"Sobre la madre de los menores no se hace mayor alusión, simplemente se limitan a decir que se encuentra en Madrid, sin especificar desde hace cuánto tiempo, ni certificar su salida del país, así como tampoco se evidencia si ella contribuye o no con la manutención de los hijos. No comprende esta dependencia cómo una madre, la principal protectora de sus hijos, deja al azar su cuidado retirándose del país, pues como ya se dijo, ella, ante la precariedad denunciada, debe estar al frente de la situación".