Llamas destruyeron el templo de Quinchía (Risaralda)

LA PATRIA | MANIZALES*

Tres horas tardaron los organismos de socorro en apagar las llamas que consumieron al menos el 90% del templo de San Andrés, situado en el parque principal de Quinchía.

Diana Carolina Ramírez Laverde, coordinadora de Gestión del Riesgo en Risaralda, dijo que la emergencia se reportó hacia las 11:15 de la noche y requirió del apoyo de los bomberos de Anserma y Riosucio, por Caldas; y Guática, Mistrató y Belén de Umbría, por Risaralda.

"El fuego arrasó con la mayoría de las bancas, así como todas las pinturas y demás elementos antiguos que tenía la parroquia, construida hace cerca de 100 años", dijo .

Cuatro locales comerciales que funcionaban en los bajos del templo se quemaron. La casa cural no tuvo inconvenientes.

Ayer, un grupo de ingenieros visitó el lugar para establecer el daño total a la estructura, así como verificar el estado en el que quedaron los muros laterales y la fachada de la iglesia, lo único que el fuego no consumió.

No hubo heridos ni víctimas mortales, solo dos personas resultaron afectadas por inhalación de humo y fueron atendidas por los cuerpos de socorro.

Jorge Alberto Uribe, alcalde de Quinchía, manifestó que el incendio empezó por la parte de atrás de la torre. "Hay que evaluar si la estructura se puede mantener o si se debe demoler. La comunidad hizo su aporte, la gente sostenía las mangueras, había unas 300 personas ayudando". Se habla de que la emergencia la ocasionó una veladora o un corto circuito

Ayer se hicieron las comuniones y confirmaciones de 200 niños en unas improvisadas carpas en el parque.

*Con datos del País de Cali.

La historia

El Templo de San Andrés lo construyó Protasio Gómez, educador antioqueño, a principios del siglo XX. En sus orígenes se hizo en madera y tapia. A principios de 1990 se inició un cambio de la fachada principal por una de concreto amarrado y mampostería de ladrillo, tratando de imitar la composición anterior.

Esta iglesia, en 1948, fue epicentro de conflictos políticos durante la violencia, debido a la implicación de algunos sacerdotes en acusaciones desde el pulpito contra la ideología del partido contrario.