LA PATRIA | MANIZALES
"Señor agente, la cagué", afirmó el hombre. Luego estiró sus dos muñecas para que lo esposaran. Estas palabras y actitud le sirvieron a una juez penal de Manizales para determinar que la captura del hombre señalado de matar e incinerar a su compañera sentimental, en Las Pavas, sí fue en flagrancia.
La defensa del sujeto, de 33 años, apeló la legalización de captura en noviembre pasado, pues consideró que a su cliente no lo detuvieron en flagrancia. Sin embargo, en la tarde del miércoles, la juez le negó la petición.
Al hombre lo aprehendieron el 18 de noviembre, en inmediaciones de la Doble Calzada Manizales-Pereira. Ese día, a la central de la Policía entró una llamada, en la que el mayordomo de la finca Playa Rica, vereda Las Pavas (Manizales), frente a la sede del Once Caldas, manifestó que el ordeñador había matado e incinerado a la compañera sentimental, la chinchinense Natalia Escudero García.
Los uniformados acudieron y se dividieron por dos zonas. Uno, junto al mayordomo, se metió por un potrero que, tras recorrer unos 80 metros, daba hacia la carretera. Allí avistó a tres personas y le preguntó al acompañante cuál era el ordeñador. "El de la chaqueta negra y pantalón oscuro", respondió. Luego de que el policía le dio a conocer sus derechos como capturado, el sindicado respondió que la había cagado. Posteriormente, en la estación, le hallaron en su bolsillo un encendedor, que serviría de prueba durante el proceso. Además, en la habitación de la finca donde estaba el cuerpo incinerada encontraron una pimpina de gasolina.
Al hombre lo llevaron ese día a un centro asistencial, pues les manifestó a los uniformados que había ingerido veneno. Por eso la audiencia inicial solo pudo hacerse días después. En esa ocasión lo mandaron para la cárcel La Blanca.
Como lo informó LA PATRIA al día siguiente de la tragedia, Natalia, de 30 años, y su pareja tomaban licor en la habitación. Al parecer, hubo una discusión. El sujeto la ahorcó y luego le prendió fuego.
El feminicidio conmocionó a los vecinos del sector y a habitantes del barrio El Túnel, de Chinchiná, de donde era natural la fallecida. Una hermana indicó que Natalia llevaba 16 meses de relación con el sujeto, y en los últimos cuatro se fue a vivir con él a la finca.
Al parecer, el presunto asesino vivía muy celoso de la expareja de Natalia, quien dejó dos hijos: una adolescente de 14 años y un menor, de 13. Sin embargo, en el tiempo que convivieron no se mostró agresivo. Una prima indicó que el detenido le envió un mensaje de Whatsapp al exmarido de Natalia donde le decía: "La maté, la maté".
Así las cosas, el proceso continuará y hoy será la audiencia de acusación por feminicidio agravado.
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