Le revocaron la condena por muerte en accidente en Villamaría

El 21 de mayo de 2012, en la vía a La Florida, sector Cristalinas, chocaron un Kia Río y una moto Yamaha DT 125. En esta última viajaban Ómar David Díaz Ríos, de 21 años, y la parrillera Cindy Paola Cordero Ramírez, de 18, que falleció.

Según las investigaciones, el conductor del carro no respetó los límites de velocidad y para evitar salirse de la vía, accionó el freno, derrapó e invadió carril de la moto en la denominada Curva de la muerte. Al año siguiente le imputaron cargos por lesiones personales y homicidio culposo. No aceptó y quedó libre.

El juicio culminó con condena de 32 meses por homicidio, multa de $15 millones, pero no lo sentenciaron por las lesiones, pues indemnizó al motociclista. Le prohibieron conducir durante cuatro años.

Le concedieron la suspensión condicional de la pena por dos años. Es decir, quedó libre, pero con algunos compromisos. El abogado del sentenciado apeló de la sentencia ante el Tribunal Superior de Manizales. Adujo que quien invadió carril fue el motociclista al tratar de evadir unos obstáculos por obras civiles inconclusas en la vía.

"La moto se le fue encima, frenó, perdió el control y se llevó las manos a la cara, como instinto de conservación. Por eso el carro se desplazó un poco para adelante por inercia. Los golpes en el vehículo y en la moto demuestran que el golpe fue de frente", explicó el defensor.

El Tribunal absolvió al sentenciado por, entre otras cosas, determinar que el choque se dio en el carril del carro, lo que eleva la probabilidad de que quien invadió el carril fue la moto. "La prueba técnica muestra que la velocidad no fue el factor determinante del fatídico acontecimiento".