Le quitaron el falso testimonio y disminuyó su pena

LA PATRIA | MANIZALES

A Alba Marina Posada Guevara, jefe de Control Interno del Hospital Santa Sofía, le rebajaron de 10 a 8 años la pena que debía pagar por fraude procesal, ocultamiento de documento público y falso testimonio. Así lo decidió el pasado 12 de marzo el Tribunal Superior de Manizales.

En julio del 2015, el Juzgado Segundo Penal del Circuito la condenó, aunque por ser madre cabeza de hogar se le otorgó la domiciliaria y le permitieron laborar. En segunda instancia se eliminó el falso testimonio como autora y determinadora.

Los hechos ocurrieron en el 2009. La mujer ejecutó una persecución contra una compañera de trabajo y la denunció ante la Unidad de Control Disciplinario.

Sostuvo que su víctima no presentó el informe de contratación del 2008, que se debía enviar a la Contraloría Departamental y para eso buscó a dos subalternos suyos como testigos. A la afectada le impusieron una sanción con amonestación escrita en su hoja de vida.

Sin embargo, se demostró que esta mujer indujo al error a Control Disciplinario, pues no se hallaron los documentos, que Posada Guevara ocultó. Sumado a esto, quienes debían testificar se retractaron ante la Fiscalía y para no señalarlos por falso testimonio decidieron colaborar con la justicia.

Confesaron que su jefa los obligó a mentir y que les dijo que había que perjudicar a la víctima o sino se irían para "la puta mierda". Sostuvieron que sentían animadversión por ella.

Decisión de rebaja

La defensa de Posada Guevara apeló y alegó que los testimonios de los empleados no fueron congruentes y generaban dudas, pedía además que se respetara la presunción de inocencia por falta de pruebas suficientes.

Sin embargo, el Tribunal apoyó la sentencia de primera instancia, pero respondió que los comportamientos delictivos no fueron en concurso sino aparentes, los cargos estaban inflados y el falso testimonio debía ser uno, sin contar los de los empleados.

Por eso determinó rebajar la pena a ocho años y mantener la multa de $99 millones 400 mil.

¿Y los documentos?

Las investigaciones determinaron que la hoy condenada le ordenó a un testigo llevar unas carpetas al carro de ella. Estas contenían los documentos con los que la víctima se podía defender.