
Colprensa |LA PATRIA
Un drama es lo que vive hoy Esteban Villamarín, de diez años, quien presenta graves quemaduras en su rostro por un aberrante hecho de tolerancia.
El menor de edad jugaba con su bicicleta en una calle aledaña a su casa en el sector de Santa Fe, en el centro de la ciudad, cuando un joven de 14 años le arrojó gasolina en su rostro. Todo comenzó porque se negó a prestar su ‘caballito de acero’.
Denuncia. Los hechos se registraron el pasado fin de semana en la calle 20 con carrera 15, a donde llegó el joven de 14 años a pedirle la bicicleta a Esteban que se negó a prestarla. El agresor sacó un tarro con gasolina, se lo echó en la cara y le prendió fuego.
“Mi niño le dijo que no le prestaba la cicla y el otro le dijo que iba a hacer magia con el fuego, cogió un tarro que tenía con gasolina y le prendió la cara”, describió Zulay Villamarín, madre de la víctima.
Mientras el pequeño recordó que “estaba montando cicla y el ‘pelado’ me llamó. Me dijo ‘vea cómo yo boto fuego por la boca’, el oprimió el tarro donde tenía gasolina, prendió el encendedor y me quemó la cara. Me dijo que no le dijera al papá y me llevó a un baño y me echó agua en la cara”, aseguró Esteban.
“Él le dijo a mi mamá que iba a responder, porque tenía plata. Pero mi mamá me trajo al médico”, recalcó el menor afectado.
El niño tiene quemaduras de primero y segundo grado en la mitad de su rostro y el tratamiento está a cargo del cuerpo médico del hospital Simón Bolívar.
La señora Villamarín aseguró que conoce a la familia del niño agresor, pero que hasta ahora nadie ha dado explicaciones de lo ocurrido.
La mujer ya instauró la denuncia respectiva por las lesiones a su hijo y espera que el buen trabajo de los galenos que lo atienden minimice las posibles secuelas permanentes del ataque.
“Mi hijo, desde lo ocurrido, ya no es el mismo. Se le ve nervioso, no juega como antes. Ese joven le hizo un daño irreparable. Ya no seremos los mismos, por eso esperamos que el culpable debe pagar por todo esto”, puntualizó Villamarin.
Investigación. Del agresor apenas se sabe que es vecino del sector y hasta el momento no ha sido aprehendido.
Al respecto, el coronel Óscar Pinzón, comandante de la Policía de Infancia y Adolescencia, manifestó que “ya tenemos toda la información respecto a lo sucedido. Es claramente un acto de intolerancia y ya nos pusimos en contacto con la familia para el acompañamiento. Estamos a la espera de una orden judicial para detener al agresor”.
Agregó que este tipo de hechos requiere un llamado a la sociedad y a los padres de familia para que no se vuelvan a presentar este tipo de situaciones.
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