Le dispararon mientras dormía

LA PATRIA | MANIZALES

Un sicario aprovechó que Carlos Alberto Hurtado Quintero, de 27 años, dormía en su casa del barrio La Frontera, de Chinchiná, para dispararle en cuatro oportunidades el pasado 17 de septiembre y lo dejó herido. Dos balas se alojaron en el abdomen, las otras, en el glúteo y en una pierna.

Según habitantes del sector, la víctima estaba sola, pues su madre había salido a realizar diligencias personales. A Carlos lo trasladaron al Hospital San Marcos, pero debido a la gravedad de las lesiones, lo remitieron a la Clínica Villa Pilar, de Manizales.

Las balas le perforaron parte del intestino y debido al daño que le ocasionaron, le practicaron una colostomía. "Lo dejaron hospitalizado hasta el jueves de la semana siguiente. Los médicos informaron que le había ido bien en la intervención y por eso le dieron salida. Cuando llegó acá a Chinchiná tenía los pies hinchados y le dolía mucho el estómago", sostuvo una familiar.

Sus allegados acordaron que le pagarían una habitación cerca a la Galería de Chinchiná, pues su casa quedaba muy retirada del Hospital para llevarlo a control.

El pasado jueves, la mamá de Carlos llamó a una familiar y le informó que de nuevo estaba hospitalizado. Los médicos del San Marcos lo remitieron de nuevo a Manizales, donde lo habían operado inicialmente, pero falleció mientras le hacían una segunda intervención para recortarle parte del intestino afectado.

Maltratado

Una familiar aseguró que él se dedicaba a cuidar carros y a realizar mandados, pues solo estudió hasta tercero de primaria. Tenía otro hermano.

"Desde niño sufría de epilepsia y no era un delincuente. En varias ocasiones los compañeros de la calle lo agredieron y le pegaron. Hasta le rompieron un brazo y una moto lo atropelló. La vida de él fue muy dura", sostuvo una hermana suya.

Las exequias de Carlos Alberto se cumplieron el pasado domingo en la tarde en la Catedral Nuestra Señora de Las Mercedes.

Anterior homicidio

El pasado 21 de septiembre asesinaron durante una riña en un bar a Róbinson Herney Gómez, de 27 años, con un arma blanca. Le propinaron tres heridas en el cuello y los brazos.