La Manuela, cruce de cuidado

LA PATRIA | MANIZALES

Eran las 4:30 de la tarde del pasado miércoles, cuando Javier Alberto Agudelo Medina, de 33 años, y Jenny María Gallego, de 39, transitaban por la vía que de Chinchiná conduce a La Manuela, en una moto Suzuki AX 100 negra, de placas NMZ39B. Venían de Pueblo Tapao (Quindío), de visitar a la madre del conductor.

Cuentan los testigos que cuando llegaron al cruce de La Manuela, Agudelo Medina iba a tanta que velocidad, que se tragó el pare, con tan mala fortuna que impactó contra la tercera llanta delantera de una tractomula de placas WGC237, que viajaba hacia Manizales, conducida por Edier López Grisales, de 29 años.

EI impacto fue tan violento, que la pierna de Javier Alberto fue aplastada por la llanta. El choque también hizo que una de sus manos quedará desprendida, narraron los testigos.

Mientras tanto, Jenny María quedó con su clavícula fracturada, una de sus orejas cortadas, una herida en su frente y laceraciones en su rodilla izquierda.

¡Impactante!

“Eso fue demoledor, muchos niños que pasaban por ahí vieron el accidente y aún están traumatizados. Otra señora que sufre del corazón, quedó impactada”, contó Jorge Édison Sosa, líder de La Manuela.

Las víctimas fueron trasladadas por la ambulancia de la Concesión Pacífico Tres hasta el Hospital San Marcos, de Chinchiná y luego al Hospital de Caldas. Por ahora, se conoció que Jenny María se recupera.

El caso de Javier Alberto es más delicado. Los médicos determinaron que era necesario amputarle el pie y el brazo afectados, para que pudiera sobrevivir. Al comienzo, los familiares se mostraron reacios a ese cambio tan radical, pero tras la intervención de los psicólogos del centro médico, los convencieron.

Cruce mortal

Según el líder de La Manuela, este es el accidente más grave en lo corrido de este año en ese cruce, pero aseguró que ha sido testigo de tres, y que es pan de cada día. El capitán Hermes Hernández Hernández, comandante de la Policía de Carreteras de Caldas, contó que en el 2014 hubo tres choques, con dos lesionados y un muerto.

Carlos Ignacio Velásquez Mejía, dueño del Paradero La Manuela, lleva 20 años allí y aseguró: “Este cruce es de los más peligrosos de Caldas, muchos no conocen la vía y, a lo mejor, por eso se tragan los pares”. Gloría Ríos, quien administra la Caseta de Melva, aseguró que, en promedio, hay accidentes cada 20 días.

Todos los que frecuentan la zona tienen algún recuerdo de colisiones allí: que un sprint chocó contra un carro que transportaba leche, que a un camión se le safó una llanta, que el 28 de diciembre de 2013 murió un señor de una moto cuando impactó contra una buseta.

El punto donde ocurrió el choque del miércoles es una intersección en la que convergen tres vías: la que conduce para Manizales, la que va para Medellín y la que se dirige hacia Chinchiná. Antes de llegar allí, por cualquiera de sus costados hay, al menos, cuatro señales de pare, y dos más que invitan a reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora.

Pese a ello, la queja de los residentes es que los conductores que transitan por allí se burlan de los pares. “Pasan a toda”. Por lo que se necesita, con urgencia, reductores de velocidad, un puente peatonal, semáforos y, además, presencia constante de policías de tránsito.

Atención urgente

Antonio González, quien vive muy cerca del punto crítico, aseguró que en los puentes festivos, para los transeúntes, es una odisea pasar la calle debido al alto flujo de vehículos que se movilizan, por lo general, hacía La Rochela.

Un líder aseguró que está en la tarea de agrupar a la gente de esa zona para elaborar un derecho de petición dirigido a Autopistas del Café, con el fin de que le busquen solución al cruce mortal.

LA PATRIA intentó comunicarse con Luis Velásquez López, gerente de la Concesión, para conocer qué proyectos tienen para reducir la accidentalidad en ese cruce, pero contestaron que estaba en una reunión y que se debía enviar un derecho de petición que respondían en 15 días.