LA PATRIA | MANIZALES

A dos jóvenes de Pensilvania les tocó soportar de todo para regresar a casa. Trabajaban en construcción en Pereira, se quedaron sin empleo, la plata se les fue acabando y quedaron sin qué comer. La única solución era regresar a su municipio natal para asegurar el alimento.

Así que tomaron la decisión de iniciar el retorno, pero a pie. Comían donde les dieran alguna cosita y paraban donde los cogiera el cansancio. En Chinchiná tuvieron suerte, pues los acogieron en un albergue. El frío a su paso por el Páramo de Letras fue algo que no le desearían ni a su peor enemigo. Tampoco las horas enteras sin probar bocado y los dolores en los pies.

Obviamente no se escaparon de los comparendos. Tres veces los multaron en su camino. En una ocasión los policías les dijeron que mejor se devolvieran para evitar la multa, pero no les importaba acumular una y otra. El objetivo era regresar al lado de sus seres queridos.

Por fin lograron arribar a su destino. "Estamos en casa", se dijeron alegremente uno al otro. Sin embargo, no todo había culminado. La Policía los interceptó antes de llegar a su hogar, revisó un listado y notó que tenían varios comparendos. El paso siguiente no era recibir otra multa: los judicializaron por violar las medidas sanitarias.

Luis Audelo Portillo Andrade, defensor público que los asistió, explicó que los llevaron a audiencia. "Insistían en que evadieron la cuarentena no porque quisieron, sino por necesidad. Su intención no era burlarse de las autoridades ni propagar un virus. Querían salvaguardarse por cuestiones humanitarias".

No aceptaron los cargos endilgados por la Fiscalía y quedaron libres, vinculados al proceso y con el compromiso de manejarse bien y acudir cuando el juez los requiera. Al menos ya están en su hogar.

Distancia*

• En carro: 4 horas 32 minutos aproximadamente (187 kilómetros).
• A pie: 42 horas.

*Según Google.