Juez de Manizales ordenó detener y conducir a testigos que no fueron a un juicio

LA PATRIA | MANIZALES

Una audiencia de juicio oral que se adelanta en Manizales, por violencia contra servidor público, continuará con la orden drástica del juez de aprehender y conducir a seis testigos para que declaren.

La víctima en este caso es un policía, quien recibió un golpe en la cabeza durante un procedimiento en el barrio Comuneros, el pasado 25 de diciembre.

La solicitud la hizo un fiscal especializado y el juzgado acogió su petición, pues ayer solo se pudo contar con cuatro testigos, pero los demás, que estaban debidamente citados, no asistieron.

Se busca establecer la presunta responsabilidad de un hombre conocido como Willy en la agresión al uniformado, cuando una patrulla le ordenó que apagara el equipo de sonido, pero se encendieron los ánimos y todo se salió de control.

Según la reconstrucción de los hechos, hubo un disparo, pero nadie resultó lesionado, mientras que el patrullero sí terminó golpeado en la frente y quedó inconsciente.

Varios cuadrantes acudieron en apoyo, capturaron a Willy y le imputaron cargos, los cuales negó. En la actualidad acude a las audiencias libremente, pues se encuentra sin medida de aseguramiento.

Tres de los cuatro testigos que declararon ayer se encontraban con el hoy acusado en el momento de los hechos. Señalaron que el uniformado exhibió una pistola que no era de dotación.

El cuarto declaró que solo le contaron que el disparo lo hizo el procesado. Fue quien encontró un cartucho disparado, lo envolvió en una servilleta y se la entregó a la esposa de Willy.

En contraste, los testigos presenciales apuntaron que el acusado sacó un objeto de un bolso, que no alcanzaron a identificar, y golpeó al agente. El resto de la trama del caso está por resolverse, por eso el fiscal solicitó que los testigos sean obligados a declarar.