José Andrés era el consejero de su sobrino

LA PATRIA | MANIZALES

Más que su tío, José Andrés Franco, de 35 años, y conocido como La Moscata, era el amigo y consejero de su sobrino. Aunque habitaba la calle, según el joven, les huía a los problemas. Pero a la furia de otra persona no pudo hacerle el quite. Esta le propinó varias heridas con un arma blanca, lo que desencadenó en su muerte.

Unas personas que transitaban por el matorral el domingo, usado por los habitantes de La Daniela y La Carola para acortar camino con la avenida Kévin Ángel, vieron el cuerpo del hombre atravesado en el camino, aparentemente sin signos vitales. Luego avisaron a la Policía.

Hasta el lugar llegaron los familiares de José Andrés, quienes en medio del llanto se lamentaban por la suerte que corrió, pues hace pocos días le pidieron que dejara la calle, que no era la vida que debía llevar y que con ellos podía estar bien. No se sabe si alcanzó a contemplar la propuesta.

Su sobrino relató que cada dos días se veían, charlaban y se fumaban algún cigarrillo en la esquina de la tienda. No se apenaba de saber que su tío era un habitante de la calle. Por el contrario, se sentía orgulloso de su calidad humana.

Aunque hace tres años optó por vivir lejos de cuatro paredes y soportar el frío manizaleño, se rebuscaba para mantenerse. Era reciclador y en donde viera la oportunidad de hacer un mandado, lo hacía. La señora que vende las arepas cerca a la casa de la familia de José ya no tendrá quién le cargue el carbón.

Violencia desenfrenada

En Manizales mataron a cuatro personas el fin de semana. El sábado asesinaron a una mujer en la Galería y a un joven en La Asunción. El domingo encontraron muerto a José Andrés y, en la Galería, dentro de una residencia, falleció a causa de heridas con arma blanca, un miembro de la comunidad LGBTI.