LA PATRIA | MANIZALES

La fiesta se extendió hasta ayer, pero terminó mal. A eso de las 10:00 de la mañana, las autoridades recibieron el reporte de una mujer herida con arma de fuego, en los apartamentos del barrio San Sebastián (Manizales).

La afectada recibió un tiro en el pecho y hasta el cierre de esta edición su estado era delicado. Al parecer, en medio de la celebración, que arrancó el sábado, la víctima le pegó una cachetada a un sujeto y este reaccionó disparándole. Al responsable lo aprehendieron. Este es uno de los cuatro casos de intolerancia que, hasta la tarde de ayer, se registraron en la capital de Caldas.

Sin intención

Otro sucedió el viernes, cerca de las 5:00 de la tarde. Madre e hija salían de comer pollo de un restaurante de la carrera 23, junto a la Catedral. Sin culpa, según testigos, la señora empujó a otra mujer que cruzaba con su hija por el sitio.

"Disculpe, no fue mi intención", le dijo. Sin embargo, la respuesta de la afectada fue poco tolerante.

"Cuál disculpe, esto no se queda así". Luego sacó un arma blanca y la amenazó. Ambas familias se trenzaron en una disputa, incluso con golpes entre las menores de edad. Un policía, que acudió al sitio, también resultó lesionado, pero leve. Se decomisó un arma blanca y ninguna de las partes denunció.

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Ese mismo viernes, a las 11:15 p.m., un hombre resultó lesionado con un arma blanca, en Solferino. Dormía en una mueble en la calle, un desconocido se le acercó y lo lesionó sin motivo.

A las 11:40 p.m. ingresó al Hospital de Caldas un sujeto de 19 años, herido en la espalda con un puñal, en el barrio Marmato. Dijo que tuvo un altercado con otra persona y terminó lesionado. No quiso denunciar.

A las 12:30 de la madrugada del sábado, en Bosques del Norte, la Policía detuvo a una mujer, de 27 años, porque le rompió la ventana a una vecina, sin razón alguna.

Pérdida

En una columna publicada en este medio, María Leonor Velásquez Arango, consultora y coach ontológico en conversación estratégica y aprendizaje transformacional, expresó que respeto y tolerancia, dos palabras muy utilizadas en nuestra lengua española, han perdido significado.

"Por eso, cada vez estamos más lejos de una convivencia pacífica. Tolerancia se deriva del latín tolerare, que quiere decir soportar y se refiere al nivel de aceptación que tenemos frente a lo que es opuesto o distinto a nuestra opinión y creencia. No supone que debemos aceptar a quienes arrasan los derechos de otros, la tolerancia implica respeto y también entendimiento".